Diputado Vásquez no Inició Ley de Divorcio
Fuente. Agustín Concepción, Revista ¡Ahora!, Ámbito Histórico, No. 754, 24 de abril de 1978, Págs.22 y 23
Contrariamente a lo que se ha vendió afirmando, no fue el diputado Francisco Leonte Vásquez, el autor del proyecto que origino la Ley de Divorcio votada en 1897. El proyecto inicial lo sustentó el diputado Rafael García Martínez representante del Distrito Marítimo de Montecristi
La moción correspondiente fue presentada al Congreso por García Martínez en la sesión del 29 de abril de 1895.( V.G.O. número 1086). La Comisión de Justicia fue apoderada del asunto y rindió su informe la semana siguiente. Este informe, presentado en sentido favorable, fue leído en la sesión del 7 de mayo de ese referido año.
Sin embargo, la discusión fue aplazada y la Ley no se votó hasta 1897. El error de atribuir al Lic. Vásquez, la paternidad de una iniciativa que en realidad le corresponde a García Martínez se debe al hecho de que el primero fue diputado que propuso. Pero esto es en la legislatura de 1897, una nueva discusión del asunto.
El Lic. Vásquez, a la vez, amplio el proyecto original en el sentido de incluir en el mismo los casos en que procedería el divorcio; pero con todo el nuevo proponente no hizo otra cosa que cumplir lo que desde el primer momento había sugerido García Martínez. Este último, al sustentar su moción en 1895, sugirió la designación de una comisión de abogados que determinaría los diez o más casos en que, a juicio del proponente, era procedente una acción de divorcio.
Lilis contra Meriño. La discusión de la Ley de Divorcio, que la Iglesia Católica consideraba como un sacrilegio y que, por otro lado, los liberales de la época ansiaban como una necesaria conquista, fue motivo para que se enfrentaran el Gobierno y el Clero, entonces representados por el Presidente Heureaux y el Arzobispo Meriño
En el Congreso había uno que otro sacerdote y resulta ocioso advertir que los religiosos legisladores se opusieron a la reforma propuesta. Hubo más; aquella vez no faltaron los congresistas no eclesiásticos que se mostraban más papistas que el papa, como el diputado don Isaías Franco, quien se declaro abiertamente contra la moción García Martínez
Los partidario de la reforma comenzaron arguyendo que en esa materia Haití nos aventajabas pues allí existía una Ley de Divorcio. Ante los alegatos de los que esa vez veían el divorcio como una m práctica inmoral, se impuso la muy buena moral conclusión de quienes se oponen al divorcio demuestren ser partidario de que no haya sanción para una de las mayores inmoralidades de que es posible la vida conyugal; el adulterio
Primer Divorcio. Es un hecho histórico que Rafael García Martínez, quien ejercía como autorizado en Derecho del Distrito Judicial de Montecristi, actuó como apoderado de ambas partes en el primer divorcio que hubo de admitirse en nuestro país. Ese primer divorcio fue el de los cónyuges; Juan Santos Díez y Ludovina Carrasco. Esta última fue más tarde la esposa del general José Epifanio Rodríguez Bueno.
Es evidente que el interés de García Martínez, al introducir el proyecto para la Ley de Divorcio, estuvo asociado al hecho de que el mismo proponente había sido apoderado por los citados esposos Díaz-Carrasco para la concertación del pacto de separación marital acordado por ambos cónyuges con anterioridad de abril de 1895.
Ese acto de simple separación se hizo en razón de que todavía no existía entre nosotros una ley que autorizara el divorcio. Como otro de los primeros divorcios tenemos el de los esposos José de la Cruz Pérez y Carlixta Méndez, de Barahona, admitido el 20 de agosto de 1897.
Entre otros primeros divorcios pronunciados por los tribunales de la República se recuerda el de los esposos Antonio García y Carolina Jiménez, de hoya del Caimito, Santiago. El divorcio lo pronunció el juzgado de Primera Instancia de Santiago el 25 de marzo de 1898.
En el mismo mes de marzo se anunciaba que el tribunal del El Seibo había admitido el divorcio m entre los esposos Rafael Santana y Maria Rodríguez, por la causa determinada de injurias graves. Se tiene entendido que este Rafael Santana fue uno de los tres hijos procreado por el general Pedro Santana con su esposa Froilana Febles.
Fuente. Agustín Concepción, Revista ¡Ahora!, Ámbito Histórico, No. 754, 24 de abril de 1978, Págs.22 y 23
Contrariamente a lo que se ha vendió afirmando, no fue el diputado Francisco Leonte Vásquez, el autor del proyecto que origino la Ley de Divorcio votada en 1897. El proyecto inicial lo sustentó el diputado Rafael García Martínez representante del Distrito Marítimo de Montecristi
La moción correspondiente fue presentada al Congreso por García Martínez en la sesión del 29 de abril de 1895.( V.G.O. número 1086). La Comisión de Justicia fue apoderada del asunto y rindió su informe la semana siguiente. Este informe, presentado en sentido favorable, fue leído en la sesión del 7 de mayo de ese referido año.
Sin embargo, la discusión fue aplazada y la Ley no se votó hasta 1897. El error de atribuir al Lic. Vásquez, la paternidad de una iniciativa que en realidad le corresponde a García Martínez se debe al hecho de que el primero fue diputado que propuso. Pero esto es en la legislatura de 1897, una nueva discusión del asunto.
El Lic. Vásquez, a la vez, amplio el proyecto original en el sentido de incluir en el mismo los casos en que procedería el divorcio; pero con todo el nuevo proponente no hizo otra cosa que cumplir lo que desde el primer momento había sugerido García Martínez. Este último, al sustentar su moción en 1895, sugirió la designación de una comisión de abogados que determinaría los diez o más casos en que, a juicio del proponente, era procedente una acción de divorcio.
Lilis contra Meriño. La discusión de la Ley de Divorcio, que la Iglesia Católica consideraba como un sacrilegio y que, por otro lado, los liberales de la época ansiaban como una necesaria conquista, fue motivo para que se enfrentaran el Gobierno y el Clero, entonces representados por el Presidente Heureaux y el Arzobispo Meriño
En el Congreso había uno que otro sacerdote y resulta ocioso advertir que los religiosos legisladores se opusieron a la reforma propuesta. Hubo más; aquella vez no faltaron los congresistas no eclesiásticos que se mostraban más papistas que el papa, como el diputado don Isaías Franco, quien se declaro abiertamente contra la moción García Martínez
Los partidario de la reforma comenzaron arguyendo que en esa materia Haití nos aventajabas pues allí existía una Ley de Divorcio. Ante los alegatos de los que esa vez veían el divorcio como una m práctica inmoral, se impuso la muy buena moral conclusión de quienes se oponen al divorcio demuestren ser partidario de que no haya sanción para una de las mayores inmoralidades de que es posible la vida conyugal; el adulterio
Primer Divorcio. Es un hecho histórico que Rafael García Martínez, quien ejercía como autorizado en Derecho del Distrito Judicial de Montecristi, actuó como apoderado de ambas partes en el primer divorcio que hubo de admitirse en nuestro país. Ese primer divorcio fue el de los cónyuges; Juan Santos Díez y Ludovina Carrasco. Esta última fue más tarde la esposa del general José Epifanio Rodríguez Bueno.
Es evidente que el interés de García Martínez, al introducir el proyecto para la Ley de Divorcio, estuvo asociado al hecho de que el mismo proponente había sido apoderado por los citados esposos Díaz-Carrasco para la concertación del pacto de separación marital acordado por ambos cónyuges con anterioridad de abril de 1895.
Ese acto de simple separación se hizo en razón de que todavía no existía entre nosotros una ley que autorizara el divorcio. Como otro de los primeros divorcios tenemos el de los esposos José de la Cruz Pérez y Carlixta Méndez, de Barahona, admitido el 20 de agosto de 1897.
Entre otros primeros divorcios pronunciados por los tribunales de la República se recuerda el de los esposos Antonio García y Carolina Jiménez, de hoya del Caimito, Santiago. El divorcio lo pronunció el juzgado de Primera Instancia de Santiago el 25 de marzo de 1898.
En el mismo mes de marzo se anunciaba que el tribunal del El Seibo había admitido el divorcio m entre los esposos Rafael Santana y Maria Rodríguez, por la causa determinada de injurias graves. Se tiene entendido que este Rafael Santana fue uno de los tres hijos procreado por el general Pedro Santana con su esposa Froilana Febles.