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30 may 2008

Conclusiones de PC sobre el Proceso Electoral

Conclusiones de PC sobre el Proceso Electoral

Como cada vez que se cierra un ciclo electoral, las semanas posteriores al mismo son un momento idóneo para la reflexión sobre el estado de la democracia dominicana. Por este motivo, Participación Ciudadana considera de importancia presentar ante la opinión pública nacional su análisis y conclusiones sobre este proceso electoral.
Hace esto porque está consciente de que la democracia no se limita al ejercicio mecánico del derecho al voto, sino que es un proceso de toma de decisiones que se vive día a día en una sociedad plural y abierta. El proceso mediante el cual se forma la opinión y voluntad ciudadana es tan importante como los mecanismos para verificarla. Por ello, la calidad de la democracia no se mide sólo en términos de las elecciones, sino por todo lo que viene antes y lo que se produce después.
La votación y el escrutinio
Antes que nada, Participación Ciudadana desea reconocer la calidad del trabajo técnico llevado a cabo por la JCE en la organización de los comicios. El programa de observación realizado en esos días nos lleva a concluir que tanto el proceso de votación como el de escrutinio estuvieron libres de problemas mayores. República Dominicana parece haber superado definitivamente la cultura del fraude. No existe ya la incertidumbre que en el pasado agobiaba a los dominicanos cada vez que se celebraban elecciones.
En igual sentido, el escrutinio y la publicidad de los resultados se ejecutaron de manera eficiente y oportuna. Participación Ciudadana felicita a la Junta Central Electoral por la forma en que administró el proceso.
Uso de los recursos del Estado y clientelismo
Un aspecto negativo que, en vez de disminuir, aumentó hasta alcanzar magnitudes sin precedentes es el uso de los recursos públicos para beneficiar a una opción política particular. Para cualquiera que haya observado el proceso electoral durante los últimos meses de la campaña resulta obvio que el Estado, con todos sus recursos, se volcó en apoyo a la campaña reeleccionista. Esto elimina cualquier viso de equilibrio en la campaña electoral y ayuda a perpetuar la visión del Estado como botín de guerra político al servicio de quien ejerce el poder.
La abrumadora ventaja que esto brinda a quien ejerce el poder implica, además, una lesión al espíritu del sistema democrático mismo y estimula la identificación entre los gobernantes y el Estado.
Otro mal relacionado con el primero es el clientelismo político. Persiste la vieja práctica de buscar el voto a través de la dádiva y la prebenda. Es una práctica común a los tres partidos mayoritarios, que se dedicaron de manera pública a ella hasta llegar en algunos casos a presentar estampas penosas.
Falta de transparencia
Violando la Ley Electoral y la Ley de Acceso a la Información, los partidos políticos dominicanos han incumplido con su obligación de hacer pública la relación de sus egresos e ingresos. Nadie sabe a ciencia cierta cuánto ha costado la campaña electoral ni quienes y cuanto han contribuido a las arcas de los partidos. Esto corroe las bases del sistema democrático porque deja abierta la puerta al financiamiento con fondos ilícitos y a que el dinero se convierta en una fuente incontrolada de influencia política.
Campaña sin control ni límites
Si algo puso de manifiesto el pasado proceso electoral es que se hace necesario que la campaña electoral sea mejor regulada. La Junta Central Electoral carece de las herramientas legales para ordenar la campaña electoral de manera adecuada. En muchas ocasiones se tiene que limitar a hacer simples recomendaciones o sufrir enfrentamientos internos por causa de competencias en conflicto o no aclaradas.
Muestra de esto es la imposibilidad de lograr que los partidos políticos respeten el período legalmente establecido para celebrar la campaña electoral. Esta empieza tan temprano que para el momento de las elecciones ya la población manifiesta un cansancio electoral notorio que va en detrimento del espíritu cívico que debe rodear el proceso.
Tampoco existen límites a los gastos electorales. El control del financiamiento de los partidos es sumamente débil. No sólo queda impotente frente a la negativa de los partidos a transparentar sus finanzas, sino que aún en caso de que éstos no entreguen los informes financieros establecidos por ley, no puede sancionarles. Ni siquiera puede retener los fondos públicos a un partido que no entregue sus informes de ingresos y egresos.
Sin embargo, es necesario notar que, aún con la estructura legal actual, la Junta Central Electoral puede asumir un papel más proactivo en la regulación del proceso electoral. Existen en la actualidad los instrumentos legales necesarios para lidiar más eficazmente con males como la falta de transparencia, el uso de los recursos estatales en la campaña, los insultos mutuos entre los candidatos y la desigualdad en el acceso a los medios de comunicación.
Violencia
Aunque continúa la tendencia a la baja, la violencia estuvo presente en el ciclo electoral recién pasado. Los últimos días de la campaña trajeron consigo gran tensión y, además, los únicos incidentes con víctimas mortales. Es necesario desterrar, de una vez por todas, la violencia en las campañas electorales. La intolerancia no tiene lugar en una sociedad en una sociedad democrática.

Conclusiones y recomendaciones
Reconociendo los avances logrados por el sistema democrático en el país, Participación Ciudadana entiende que todavía hay camino por recorrer. Los avances institucionales se tornan frágiles cuando no se refuerzan con un mejor andamiaje legal que los sostenga.
Ley de partidos y reforma de la Junta Central Electoral
Es evidente la falta que en República Dominicana hace una Ley de Partidos Políticos. Hasta ahora estos funcionan en un vacío legal que no está de acuerdo con su importancia institucional. Esta falta es la que lleva a que temas como el financiamiento de los partidos, la falta de transparencia y los conflictos internos se conviertan en dolores de cabeza para la Junta Central Electoral.
De igual forma, es necesario acometer una reforma de la Junta Central Electoral para fortalecer su papel como reguladora del sistema electoral. La actual estructura tricéfala no es la más conveniente.
República Dominicana debe mirarse en el espejo de otros países de la región que han separado al órgano electoral propiamente dicho del órgano contencioso electoral. Esto ayudará a aclarar las competencias y funciones de cada órgano del sistema electoral.
Escrutinio de los votos
Es necesario también erradicar la práctica de la validación de actas, que permite a los partidos políticos retrasar indebidamente el escrutinio de los votos en las Juntas Municipales. La validación de actas es una práctica que ha perdido su sentido en la medida en que han disminuido hasta desaparecer las posibilidades de un fraude electoral. En la actualidad tiene un resultado contrario al original, sumando incertidumbre en vez de restarla.
Transparencia y financiamiento
Ya sea por medio de una Ley de Partidos Políticos o en una ley especial, urge regular de manera adecuada el financiamiento de los partidos políticos. Resulta inaceptable la manera en que casi todos los partidos del sistema incumplen con esta responsabilidad. Los ciudadanos tenemos derecho a saber el origen, cantidad y uso que se da a los recursos que los partidos obtienen. Ocultar estas informaciones a la ciudadanía es a la vez un presagio de su comportamiento desde el Estado y una inconsecuencia con la responsabilidad que les es confiada como órganos de representación ciudadana.
Uso de los recursos del Estado
Es hora ya de que los partidos políticos dejen de utilizar el Estado como arca para su financiamiento o para aplastar a la oposición política. La Constitución de la república prohíbe esto, sin embargo ha sido la tradición durante décadas. Cada ciclo electoral trae más de lo mismo y los ciudadanos observan impotentes como el Estado es puesto al servicio de una maquinaria política determinada.
Se hace necesario la persecución y sanción de estas prácticas con el fin de evitar que los recursos públicos sean una herramienta de los partidos políticos que alcanzan el poder.
Debate sustantivo
Otro aspecto de la cultura política dominicana que debe cambiar es la falta de un debate mínimamente sustantivo durante la campaña electoral. Los candidatos se oponen a debatir, incluso por vía indirecta, sus programas de gobiernos. Estos últimos son presentados sólo a última hora y como mera formalidad. Es importante que se creen espacios de discusión en el cual se debatan las ideas y propuestas sobre las cuales girará la política del Estado en le período presidencial o congresual siguiente.
Publicidad de encuestas a boca de urna y conteos rápidos
En la actualidad está prohibido que las instituciones privadas que realicen encuestas a boca de urna y conteos rápidos puedan hacer públicos los resultados de estos. Participación Ciudadana entiende que esta prohibición no tiene sentido en las circunstancias actuales y, lo que es más, resulta inútil. Lo anterior por dos razones, primero porque, como bien señaló el presidente de la Junta Central Electoral la noche del 16 de mayo, esos resultados no vinculan al organismo electoral en ningún sentido. La otra razón es que, gracias al avance de las comunicaciones, la prohibición ha quedado obsoleta. Los resultados de la encuesta a boca de urnas realizada por una firma internacional fueron publicados en el extranjero por una agencia de noticias internacional horas antes del primer boletín de la Junta Central Electoral. No hay manera de evitar que los dominicanos con acceso a la Red se enteren de este tipo de datos.
Resultados del escrutinio
Desde 1996 Participación Ciudadana ha desarrollado una serie de exitosas experiencias de observación electoral en elecciones presidenciales, congresuales y municipales, integrando masivamente a la ciudadanía al monitoreo de estos procesos.
Estas iniciativas han servido para crear nuevos espacios de participación de la ciudadanía en el ámbito público y han consolidado un formidable mecanismo a través del cual la sociedad civil puede vigilar la soberanía del voto, disuadir la posibilidad de fraudes y avalar la transparencia de los procesos electorales.
Para estas elecciones presidenciales Participación Ciudadana nuevamente decide llevar a cabo un conteo rápido, como parte del plan de la observación electoral. Esta observación cuantitativa, va acompañada de la observación cualitativa, en la que se toma en cuenta la forma en que se desarrolla el proceso electoral: Convenciones internas de los partidos; la campaña electoral; la propuestas de los candidatos; el uso de los recursos del Estado; medios de comunicación; rol de la JCE en el montaje de las elecciones; entre otros temas.
La observación de las elecciones de mayo del 2008 representa, para Participación Ciudadana, la séptima experiencia en asuntos electorales. Hasta la fecha los resultados del conteo rápido que ha realizado la organización, han arrojado datos con un alto grado de precisión en relación a los datos de la JCE. Es esta una de las razones por lo cual se asume nueva vez el conteo rápido, como mecanismo de disuasión de eventuales reclamos sobre el escrutinio no debidamente sustentados.
Resultados del Conteo Rápido Elecciones 2008
Conteo Rápido PC
JCE
Margen de Error
Partido Político


PLD Y ALIANZAS
53.97%
53.83%
0.14
PRD Y ALIANZAS
40.07%
40.48%
-0.41
PRSC
4.69%
4.59%
0.10
PRSD Y ALIANZAS
0.57%
0.47%
0.10
PRI
0.09%
0.04%
0.05
MIUCA
0.45%
0.44%
0.01
PAP
0.15%
0.15%
0.00