HISTORIA DEL PERIODISMO EN LA REPUBLICA DOMINIC
A
Primera parte.
Fuente:- tomando de la obra “Historia de la Cultura Dominicana, de Mariano Lebrón Saviñón, Tomo V, publicado por la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), 1982. Cap. XXXII, Breve Historia de la Educación Dominicana y del Periodismo, Págs. 125 al 160.
La Imprenta apareció tarde en Santo Domingo, setenta y nueve años (79) que los EE.UU. se publicara The Boston New. Fundado en 1704, primer periódico que vio la luz en nuestro continente. La Imprenta apareció en Santo Domingo, en 1774, siendo el 5 d abril de 1821 cuando se publico el primer periódico dominicano, en la ciudad primada, El Telégrafo Continental, el que fue dirigido por Antonio María Pineda, natural de Las Isla Canarias, España, radicado en nuestro país, en éste colaboró activamente el Lic. José Núñez de Cáceres, quien para ese entonces gestionaba la liberación de la Patria del tutelaje Español
De este periódico sólo llegaron a salir unos diecisiete (17) ejemplares, el último del 26 de julio de 1826. En plena ocupación haitiana, era un periódico de información, donde aprecian los decretos del gobierno, noticias breves y a veces se insertaba opiniones de Núñez de Cáceres, las cuales expresaban ideas que anticipaban la Independencia efímera en que ya elaboraba
“Hay dos clases de Periódicos; el Periódico de opinión y el periódico de información, que es el típico de nuestros días, donde se combina con frecuencia los dos tipos. Hay también paródico personalista, controlado por una persona o familia para representar sus ideas y plataforma, y por último, el tipo de periódico de empresa anónima o sociedad de acciones” (Manuel Amiama, resumen del cursillo de periodismo distado en UASD, agosto 1941)
En esa misma época el Lic. José Núñez de Cáceres, dio a la luz un periódico que le llamo El Duende, era dominical y fue un periódico de opinión donde su director fiel a los ideales de libertad que atesoraba publico artículos polémicos y editoriales doctrinarios
El Telégrafo Continental y El Duende, nacieron casi al mismo tiempo y se editaron en la misma imprenta, con el mismo tamaño, no más que un par de folios, algunos números del Duende, no pasaron de un folio. La pequeña Imprenta de que disponía el gobierno la misma que regenteó Blocquest. Y que al irse dejaron los franceses. (nota se refiere al francés André Joset Blocquest, a quien el gobierno francés le dio en 1799, el usufante de la Imprenta
En 1845 un año después de la Independencia aparece EL Dominicano, fundado por Pedro Antonio Bobea, junto con los poetas patriotas; Manuel María Valencia, Félix del Monte y el trinitario José María Serra, un periódico dirigido a actividad literaria el cual tuvo vida efímera
La primera Constitución de la República, votada en San Cristóbal el 6 de noviembre de 1844. Aunque se promulgó bajo la presión despótica y torna del General Pedro Santana, consagró en su artículo, 23 La Libertad de expresión, que nunca se cumplió permitía publicar noticias y artículos sin censura previa y establecía por mandato de la misma Constitución, del 6 de mayo de 1846, la Libertad de Imprenta.
Esta Ley tenia artificios de interpretación, pues la complementaban varias restricciones obstante no establecer, autorización ni censura previa, fue analizada ampliamente por Manuel de Jesús Camarena Perdomo en su folleto “La Libertad de Imprenta en la República Dominicana”. Era una Ley que autorizaba la suspensión de los periódicos
En 1875, a iniciativa del Presidente Ignacio María González, se dictó una Ley que dio potestad al gobierno para suspender cualquier periódico que ofendiera a una nación amiga.( Nota. Esta media obedeció a las quejas que el cónsul español presentó al gobierno dominicano contra el periódico “Dos Antillas”, dirigido por el refugiado cubano Enrique Coronado y que defendía la libertad de Cuba Y Puerto Rico, haciendo alusiones duras y adversas a España) de esta manera se daba satisfacción a España, atacada especialmente por la prensa puertoplateña, afecta a la Independencia de Cuba
Llegaron los años de feroz tiranía. El árbitro de los destinos del país era el protervo y feroz Ulises Hereaux, quien como todo tirano, se dispuso a amordazar la prensa. Para el efecto en 1899 propicio una Ley que puso fuerte trabas a la fundación de nuevos periódicos. De esta manera sólo los apegados al régimen podían gozar del privilegio de ejercer el periodismo. La prensa, como sucedió en la era de Trujillo, estaba silenciada y de rodilla.
En 1851 se fundó la Gaceta del Gobierno, La Española Libre y el Correo del Cibao, este último vio la luz en Santiago de los Caballeros. La Española Libre fue dirigida por Manuel María Gautier (1827-1897), José María González y Nicolás Ureña. Gautier fue un periodista de combate, y rudo en el ataque y de una frialdad absoluta en el análisis político (Nota. Fue un político activísimo que en 1887 llegó a ser Vicepresidente de la República)
En 1853, Nicolás Ureña, separado de La Española Libre, fundó El Progreso, y al año siguiente (1854) El Porvenir, con la colaboración de Alejandro Angulo Guridi, en calidad de redactor y encargado de las cosas políticas, en tanto que Ureña se ocupaba de las cosas literarias. Ambos trabajaban unidos por amor a una amistad que nació de una violenta polémica, en el periódico colaboraron, además José María González, Manuel María Gautier, Félix María del Monte y Antonio Delfín Madrigal
Nicolás Ureña, aunque no era escritor polémico, sino tan sólo un poeta un tanto bucólico, y como periodista, conciliador, aunque de temperamento firme, aun así. Combatió a Santana, que ya mostraba la garra de su intención anexionista. Y en 1855, éste, que había escalo el poder una vez más, lo expulsó del país. Con su ausencia y la muerte de las libertades desapareció El Porvenir.
En el mismo año en que naciera este periódico aparecieron otros dos; El Oasis y El Orden. Fueron también periódico de vida efímera. El Oasis desapareció dos años después
También en ese año El Dominicano tuvo su segunda época pero ya al año siguiente había desaparecido de nuevo. En el 1856 dos nuevos periódicos ven la luz pública; El Eco del Pueblo y La República. Este último fue fundado por Angulo Guridi, quien poco tiempo después tuvo que abandonarlo, porque fijó su residencia en Santiago de los Caballeros, donde José Desiderio Valverde, líder de una revolución en contra de Buenaventura Báez, había instalado un gobierno provisional opuesto al de Santo Domingo.
El país vióse en la insólita situación de tener dos presidentes; uno en Santiago y otro en Santo Domingo. El gobierno del Cibao confió a Angulo Guridi la redacción de la Gaceta Oficial, en tanto que él fundaba el periódico La Reforma donde defendió a Buenaventura Báez, que era la negación de las cosas que aquel creía. También en ese año fundóse en Santiago de los Caballeros, el periódico El Cibaeño, que dirigió Manuel de Jesús Peña y Reynoso
Los trabajos de Angulo Guridi en La Razón traían siempre el sello de una fogosa personalidad y propugnaban una reorganización política que permitiera al país desencallar el barco de su destino. Dolorosamente atapado en la roca de las pasiones desbordas. De modo que cuando en 1858, el Congreso Constituyente, reunido en Moca, votó la nueva Constitución, Él la combatió, y luego, motu propio, redactó un proyecto de Constitución que publicó en la Gaceta Oficial
Pero los días venían negros para él. Tras Buenaventura Báez vino Pedro Santana. Y al realizar éste la Anexión a España, Angulo Guridi tuvo que abandonar su patria, a la que no regresó hasta 1875. En cuanto al Eco del Pueblo, apenas duró un año (1856-57). En 1857 también se fundó en Santiago El Cibaeño, y en 1859, en la capital, Flores del Ozama.
El otro Angulo Guridi, Javier ardiente patriota que alcanzó el grado de general en la guerra Restauradora, fundó El Progreso, en 1861, en Santiago de los Caballeros; El Tiempo, en 1866, y el Sol, en 1868.
En 1862 vio la luz pública La Razón, cuyo director fue el notable escritor Manuel de Jesús Galván, quien ejerció el periodismo desde su temprana juventud (Nota: había fundado en 1850 el periódico Oasis, órgano del la Sociedad Santiaguense Amantes de la Luz.). Durante la guerra restauradora el órgano de difusión existente se llamaba, simplemente, Boletín. En el año de 1865 fue el de El Patriota y La Regeneración; y en 1886, El Tiempo, y El Sol, dirigido por Javier Angulo Guridi. (Nota, El Sol, fue el Órgano de la Sociedad El Paraíso.)
En 1867, el poeta Manuel Rodríguez Objío publico en Santiago de los Caballeros el periódico La Voz del Cibao y en 1870, El Laborante, el cual duró dos años
En 1872 tiene Puerto Plata su primer periódico, El Porvenir, de larga y fecunda vida. También en ese año se publico El Dominicano, dirigido en Santiago de los Caballeros por Manuel de Jesús Peña y Reynoso, poeta y maestro. El hizo activa vida cultural desde la sociedad “Amante de la Luz”, para la que publicó en 1874, el periódico Eco del Yaqué. Peña y Reynoso era un polemista agresivo y a su iniciativa audaz se debió la formación de La Liga de La Paz, como reacción contra las turbulencias políticas, y luego presentó ante el Congreso Nacional una serie de acusaciones al Presidente Ignacio María González, quien renunció, no obstante haberlo liberado el Congreso de culpabilidad. Lo indujo a la renuncia un grupo de ciudadanos ilustres, entre ellos: José Joaquín Pérez, Emiliano Tejera, Francisco Xavier Amiana, Mariano Antonio Cestero otros. Fue cuando Peña y Reynoso lanzó aquella frese, que emulaba a la de Montalvo: “YO ES DERRIBADO UN GOBIERNO CON MI PLUMA”.
También del 1874 son los periódicos El Orden (publicado en Santiago) donde aparecieron los artículos políticos y patrióticos del ilustre Ulises Francisco Espaillat, bajo el seudónimo de María; La Opinión, órgano de la sociedad La Juventud, que dirigió el Maestro Federico Henríquez y Carvajal, muy joven en ese entonces. En este periódico inició el Maestro una larga y gloriosa carrera periodística. También del 1874 fueron los periódicos: El Nacional, que duró dos años hasta el1876, El Centinela y La Paz.
En año 1875 en Puerto Plata se inicia campaña activa a favor de la Independencia de Cuba, lo que concitaba airadas e indignadas protestas de la representación diplomática de España en el País. Esta campaña se hacía desde el periódico Las Dos Antillas, fundado por un emigrante cubano de nombre Enrique Coronado, quien extendió su campaña a la idea de la Independencia de la isla de Puerto Rico, para lo cual se encontraba la activa cooperación de un ilustre puertorriqueño, Ramón Emeterio Batances. Con la llegada a aquella ciudad del gran educador americano Eugenio María de Hostos, se acrecentó la campaña. Este, en su calidad de redactor de Las dos Antillas, defendió, sin ambages, la causa cubana, por lo cual el Presidente González cerró el diario,
Entonces Hostos fundó Las Tres Antillas, donde los ataques a España fueron más solapados, y al clausurarlo el Gobierno, fue sustituido por otro periódico que se llamó Los Antillanos, que duró hasta 1876, cuando el eximio educador abandonó el país. Otro periódico de aquel año fue La Ideas, dirigido por César Nicolás Penson, el cual tuvo una mantenida actividad cultural, como órgano de la Sociedad Amigos del Adelanto. Del mismo año son; El Correo del Ozama y El Orden, (Santiago). Por aquellos años se publicaron EL Observador (1877), El País y La Patria (1877), de vida efímera, así como El Pueblo y El Sufragio.(1878)
En 1879 el ilustre ciudadano Francisco Gregorio Billini fundó el periódico El Eco de la Opinión, que representó. Según el Lic. Manuel A. Amiama, “el más notable avance del periodismo”. Este periódico que tuvo una vida activa por más de 10 años, se convirtió en diario en 1895, ´pero las penurias económicas lo redujeron de nueva a semanario, bajo la eficaz inspiración de su fundador, quien murió en 1899,. Para que no sucumbiera el periódico, empuño su dirección Juan Elías Mocosco, hijo, quien apenas lo pudo sostener, nombre que tuvo su periódico fue el más acertado.
En el 1883 este paladín del civismo fundó La Primera Sociedad de Prensa, y un año después escaló el Solio Presidencial de la República. Pero Billini era un lirico flore4cido en el pentano de un malezal. Entre las muchas medidas que tomó, la de otorgar la total libertad de prensa y amnistiar a todos los exiliados, lo enfrentó con el desborde de las pasiones. Los hombres que lo llevaron al poder le exigían el frenar la prensa, que lanzaba dardos envenenados contra el propio Presidente,” Que puedo hacer—decía Billini con gesto desolado—si la prensa es el cuarto poder…….
Ya sabemos cómo este hombre puro, escritor y periodista por vocación, tuvo que renunciar la Presidencia, acosado por las interrogas y al retirarse a la santidad de su hogar, tuvo que hacer un préstamo para allegar fondos con qué atender la diaria pitanza de su casa.
Los otros periódicos fundados en 1879 fueron: El Estudio 1879-1881) y La Actualidad. En 1881 apareció El Mensajero, que desapareció en 1890, pero tuvo fugaz reaparición de un año en 1899 y Auras del Ozama. Fue en el año de 1882 cuando apreció el primer diario del País, El Telégrafo, se llevaba este nombre porque publicaba las noticias en forma condensada. Siendo Presidente de la República el Arzobispo Meriño, su fundador fue César Nicolás Pensón. Este periódico, que salía también los días feriados, alcanzo gran prestigio, gracias a la colaboración de los intelectuales, compañeros de Pensón, de la Sociedad Amigos del País, entre otros; Pablo Pumarol, y Francisco Henríquez y Carvajal, y alguna vez de Eugenio María de Hostos. Pero desgraciadamente, fue breve la vida de este periódico, y ya a los cinco meses había desaparecido
Ese mismo año se publicaron El Maestro y El Volteriano. Este último era, en realidad una hoja suelta de un grupo de Jóvenes de la Escuela Normal, y trataba de asuntos culturales. Como su nombre lo indica, el ídolo de sus dirigentes era Voltaire, en carnación para ellos del pensamiento audaz y el alba combativa
El año 1883 fue el de la Asociación de Presa y se publicaron La Alborada y El Repúblico en Santiago, La Revista Científica, Literaria y de Conocimientos Útiles; El Teléfono, El Diario del Ozama, El Quisqueyano y La República..
Al desaparecer el Telegrama, que apenas duró cinco meses, César Nicolás Pensón, publico el Diario del Ozama, otro cotidiano que solamente dejaba de publicarse los lunes y los subsiguientes a un día de fiesta. Pensón, era un gran periodista; para él, un periódico, más que una tribuna, era una cátedra. Escribió siempre con altura orientada. Pero a pesar de que sus dos periódicos tuvieron corta vida desilusionante, en 1885 sacó El Eco de la Opinión. Puede decirse que César Nicolás Pensón, es el intelectual que sienta la base del periodismo nacional.
Un gran periodista, José Justino Castillo (1861-1933) colaboró en la mayoría de los periódicos nacionales y se inició m en el periodismo en El Repúblico. Fue maestro normal y abogado. El poeta modernista Fabio Fiallo, se inició en el periodismo en el 1894 en una revista literaria, donde hicieron sus primeras aventuras culturales muchos poetas y escritores dominicanos, y que se llamó El Hogar. Fue un verdadero portavoz del modernismo en Santo Domingo. Ayudó Fiallo Fiallo, en estas labores, el escritor y novelista Tulio Manuel Cestero, quien luego fue director de la revista. Fiallo Fiallo era un periodista combativo y un político de agresiva oposición.
El periodismo religioso hace su aparición en ese mismo año con el Boletín Eclesiástico, que duró veinticinco años, en su primera época. Era un órgano de la Arquidiócesis de Santo Domingo y se público bajo la iniciativa del Arz. Metropolitano, Mons. Fernando Arturo de Meriño, hombre ecuménico de recio perfil patriótico. A la muerte de Meriño, El Boletín dejó de salir hasta su reaparición, esta vez por iniciativa de Mons. Nouel.
En años sucesivos del siglo XIX siguieron saliendo periódicos de vida efímera, pero fuertemente vinculados al movimiento cultural del país. En 1888 salió EL Santiagués, revista de un año, que como su nombre lo indica vio la luz en Santiago. Fue dirigido por el eminente ciudadano Ulises Franco Bidó, ayudando por sus hermanos, todos buenos periodistas: y al siguiente año, 1889, se publicó el más importante de los periódicos dominicanos, El Listín Diario. Fue fundado por Arturo J. Pellerano Alfau y Julián Artiles. Al principio el periódico no era tal sino una simple hoja informativa del movimiento del puerto, donde se enumeraban en una pequeña lista (o Listín) los buques que entraban y salían. Después se fueron publicando noticias de otras índoles, se le incorporaron artículos y el periódico se hizo diario. Cambio luego su formato y se convirtió en un periódico moderno tan vinculado a la vida del país, que por mucho tiempo Listín pasó a ser sinónimo del periódico entre nosotros.
Fue un periódico combativo, pero también hizo labor cultural a través de lo que llamó “Los Lunes del Listín”. Esta era una página hebdomadaria que dirigía Enrique Deschamps (1872-1935) y donde colaboraban las principales personalidades del mundo cultural dominicano. Colaboraba asiduamente en los Lunes del Listín, el poeta José Joaquín Pérez y más tarde por Luís Emilio Garrido. La Página sufrió una interrupción hasta agosto en que 1905 volvió orientada por José María Bernard.
El Listín Diario fue cantera formadora d buenos periodistas, que todavía están en plena labor fecunda; son innumerables los periodistas que formaron parte de este importante medio de comunicación, considerado como el decano de la prensa escrito dominicana, seria injusto obviar nombre pero entre estos ilustre hombre de la pluma puede hacerse mención a unos de sus grandes directores Don Rafael Herrera Cabral, y hombre de juicios nobles y ponderado.
Contingencias políticas de insólitas intolerancias ahogaron económicamente al Listín Diario, que tuvo cerrar sus puertas en 1942. Después de la muerte de Trujillo volvió a salir, y llena un gran contenido social y cultural en nuestros días. Las primeras noticias que se publicaron en el país cuando el Listín se convirtió en diario, provenían del Cable Francés, este permitió al periodismo vernáculo un alto grado de progreso.
Fue el Boletín Comercial el primer periódico que ofreció las noticias de los sucesos que ocurrían en el extranjero. La fuente del Cable Francés fue la única hasta 1911, los adelantos de los diversos tipo de prensa, desde Marconi y los linotipos, las rotativas hasta nuestros días son pasos de avance en el periodismo nacional. Hoy las noticias extranjeras son servidas por agencias
En el 1891 tiene lugar la célebre controversia histórica entre Manuel de Jesús Galván, desde El Eco de la Opinión, y José Gabriel García, desde EL Teléfono. Galván era un escritor de claro estilo, casi un purista, pero con ideas muy especiales. Su hispanofilia lo llevó a apoyar la anexión y combatir tenazmente a los restauradores. García era todo lo contrario y aquella polémica tornase ácida en extremo
En ese año vio la luz pública El Día (1891-1902) en Santiago y El Lápiz (1891-1902) en Santo Domingo. El Día fue dirigido por Ulises Francisco Bidó; por su parte El Lápiz fue fundado por uno de los connotados intelectuales de la época, el fogoso orador Manuel Arturo Machado. Esta fue una revista demasiado atrevida en medio de una tiranía como la de Ulises Heraaux y en ella colaboraron José Otero Nolasco y Andrés Julio Montolio.
Otro que combatió a Lilís fue el ilustre ciudadano Federido Henríquez y Carvajal, a quien se identifica tan solo como el maestro. Y que fundó en 1892 la revista quincenal Letras y Ciencias, junto con su hermano, el Dr. Francisco Henríquez y Carvajal, padre de los hermanos Pedro y Max Henríquez Ureña. Esta revista estuvo saliendo hasta la muerte del tirano cuando Don Federico volvió a publicar El Mensajero, que había sido clausurado por el gobierno tras apresar a su director, a causa de un comentario acerbo que no fue del agrado del déspota
Otros periódicos de ese año fueron: La ´Prensa (1892-1897) de Santiago y El Cable, de San Pedro de Macorís. La Prensa fue dirigida por el historiador Pedro María Archambault. Durante cinco años (1892-1897) y el Cable, uno de los periódicos mejor redactados, aunque sólo subsistió hasta 1898, fue fundado y dirigido por Luis Arturo Bermúdez. En 1894, la juventud maniatada por el régimen férreo de Ulises Heraaux, buscaba ventanales por donde desfogar su odio y su impotencia. Las revistas literarias servían muy bien para este fin. Luis Aristides Fiallo Cabral y Eduardo Matos Franco sacaron un periódico al que llamaron EL Volteriano, nombre que le dieron recordando una hoja que años antes se publicaba en la Escuela Normal Superior. Con el mismo fin y con el mismo formato se publicó en Puerto Plata la revista El Estudio, que dirigían los jóvenes profesores Ramón Álvarez Blanco y José María Rodríguez Arrezón, y que fue órgano de difusión donde la intelectualidad puertoplateña desfogó sus vehemencias inquietudes.
En esta publicación un intelectual de la generación anterior, Fidelito Despradel (1865-1925), escribió un ensayo sobre Rubén Darío, con ocasión de publicarse la falsa noticia de su muerte. Hay que hacer notar que el ensayo de Despradel tiene la importancia de que cuando se publicó, el modernismo no había penetrado en Santo Domingo.” El poema Mi Vaso Verde”, de Altagracia Saviñón, se publicó en 1900 y la Virgínea, de Valentín Giró, en 1902
También en San Pedro de Macorís, Luis Arturo Bermúdez, contando con la colaboración de Rafael Deligne, dio a la luz la “revista literaria Prosas y Versos “(1894-1896). En 1896 salió otra revista, “Ciencias, Artes y Letras” (1896-1897) dirigida por Rafael Justino Castillo, que pretendió ser enciclopedia y donde escribieron asiduamente Luis A, Weber y Andrés Julio Montolio.
Nuevas publicaciones aparecen en 1898, esta vez la Revista Ilustrada (1898-1900) dirigida por Miguel Angol Garrido, quien, perseguido por Hereaux, por su fogosa oposición al régimen, y obligado a forzoso silencio, buscó refugio en la literatura. Esta fue una magnifica publicación de alta categoría, solamente comparable a las grades revistas literarias, de que ya hemos hablado, publicadas a partir de la década del 40. Garrido es uno de los grades escritores dominicanos, combativo y de estilo florido y luminoso
También en ese año se publicó en La Vega, El Ideal 1898-1906). El periodismo dominicano se había agazapado ante las trabas puestas a la libre expresión.
En el año 1899, en que se funda La Bandera Libre,(1899-1915,1915-1916),Lilís, votó, sin ningún empacho, una Ley de mano dura en contra de la expresión del pensamiento, según la cual para fundar un periódico se necesitaban tales requisitos, que solamente las personas de muy adictas al régimen podían hacerlo. Gajes de la Dictadura.
Segunda parte, El Periodismo en la primera mitad del siglo XX-