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14 may 2011

Hipólito Mejía, una oportunidad para el PRD
Por Osvaldo Santana
Fuente:El Caribe
14 de May 2011 12:00 AM

El ex presidente Hipólito Mejía constituye una oportunidad para el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) retornar al poder, si se toma en cuenta cómo ha venido recuperando la aprobación popular después que se derrumbó en las elecciones de 2004.

Diez años después Mejía se levanta como una amenaza seria para el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), que según los contrarios en el PRD apostó ampliamente a su candidatura frente al ingeniero Miguel Vargas Maldonado. Si era lo que deseaban ahí lo tienen y desde ya parece un hueso duro de roer.

De acuerdo con las encuestas Gallup-Hoy, para julio de 2009, Mejía apenas contaba con un ruinoso 6.4% de aprobación popular, por lo que nadie le concedía la más remota posibilidad de insertarse en la política con vocación de poder. Sin embargo, el pacto posterior entre Vargas y el presidente Leonel Fernández para posibilitar la reforma de la Constitución, destapó la caja de lo que algunos consideraban un “cadáver político”, y desde entonces crece como la harina en el horno.

Ya para el 2010, Mejía estaba rehabilitado por la reforma y para julio de 2010 empezó a aparecer como el mejor competidor frente a Vargas Maldonado, con un empate en un 31%, según Gallup. A ese trote, el hombre se impuso en las primarias de su partido y aunque la elección desató una amenaza seria de división, logró sortear las diferencias internas, y como un lince de la política, apaciguó las aguas y consiguió que el pasado 8 de mayo Vargas Maldonado le levantara la mano con el signo de la victoria.

Una semana antes, Gallup iniciaba su encuesta y de acuerdo a la divulgación del pasado 9 de mayo, ya Mejía constituye una amenaza seria para el PLD. Aparece con un 48.7 por ciento en un escenario “Si las elecciones fuesen hoy” y con un 46 por ciento de preferencias en un escenario convencional, frente al candidato virtual del PLD, Danilo medina, con un 40.4% y 26.6% en sendos escenarios. Hay que anotar que Mejía no había sido proclamado cuando se realizó la encuesta, aunque las tensiones internas habían cedido.

Con un discurso moderado, pero con frecuencia errático, el candidato del PRD emerge. Hábilmente reconoce los errores de su gobierno y promete no reincidir. Quizás le faltaría pedir perdón por algunas tropelías y abusos de poder.

Pero el nivel de vulnerabilidad de Mejía es demasiado alto. Y la fuente más cotidiana y esencial que lo hace proclive, más que su conducta del pasado, es el discurso impredecible y a veces incomprensible que lo acompaña. Sin embargo, no deja de ser el “cherchero” de siempre, simpático, y como tal nunca cae mal, al menos, en amplios segmentos populares. Ahora mismo una declaración de proyección de una política anti-corrupción en su eventual gobierno, se le convirtió en un boomerang.

Hay un activo que marcha a favor de Mejía. Parece que el país quiere cambiar de caballo. Quizás se ha cansado del PLD, que no lo ha hecho mal, pero gobierna por dos períodos y la gente se siente frustrada, ante denuncias sistemáticas de corrupción, una violencia imparable, y amenazas ciertas de escalada inflacionaria. A marzo de este año, la inflación acumulada era de 3.64% y en abril la tendencia alcista debió incrementarse, pues los precios de los combustibles se dispararon. La encuesta Gallup-Hoy reflejaba que más del 80 por ciento de la población estima que la economía va por mal camino, en medio de incrementos de los apagones.

Persisten las iniquidades sociales ancestrales, pese al crecimiento económico de estos años de estabilidad bajo la sombrilla del PLD, pero esa realidad se traducirá siempre en una fuente de insatisfacción social.

El PLD Patina.
Mientras, el partido de gobierno patina en la incoherencia, que algunos pueden atribuir a la campaña interna, pero el momento está marcado por características muy especiales. Un grupo de dirigentes, seguidores del presidente Fernández, está de brazos caídos, sin candidato, quizás bajo la concepción de preservarse para el 2016, como si el 2012 no estuviese en medio del camino.

Desde cualquier perspectiva, sobre el PLD no se pueden hacer conclusiones. Habrá que esperar que finalice el proceso y entonces observar las nuevas correlaciones de fuerzas y las tendencias del mercado electoral. Mientras tanto, Hipólito se levanta como la oportunidad del PRD, después de todo.

El bloque desarmado

El presidente Leonel Fernández volvió al poder bajo una amplia alianza del país frente al desgobierno de 2000-2004. Corrió cómodamente sobre una ola popular que no terminaba de entender cómo la economía se había descarriado de tal forma que el dólar llegó a cotizarse hasta cerca de RD$60 por uno. Se produjo una amplia alianza para desalojar del poder al grupo gobernante que encabezaba Mejía.

Para su reelección en 2008 Fernández volvió sobre el caballo de la alianza, ahora conformada como Bloque Progresista. Pero ese grupo anda un tanto desarticulado. Pese a que su fuente principal, el PRSC, que está en el gobierno, busca abrirse un camino “propio”.

Marino Vinicio –Vincho- Castillo lo estimula y pretende acompañarlo. El resto de las fuerzas del Bloque está en definición, quizás esperando los resultados de la convención del PLD. Sólo el BIS de José Francisco Peña Guaba ha adelantado que apoyará al precandidato ganador. El grupo de Max Puig, que forma parte del tren gubernamental, estructura nuevas formas de hacer política, y trata de reconstruir su discurso más allá de Leonel. Las demás fuerzas, buscan su camino.