HAMBRE: La mayor amenaza para
Parece una verdadera contradicción el desarrollo tecnológico y científico alcanzado por el hombre en el siglo XXI y su supuesta incapacidad para superar problemas tan elementales como el hambre en el mundo. El hambre es un CRIMEN POLÍTICO, perpetuado por la manipulación de nuestra conciencia sobre el problema. Pero puede ser eliminado con una decidida presión moral adecuada para que exista la necesaria voluntad política donde actualmente no existe. Por eso, es fundamental tomar conciencia del papel a jugar por parte de toda la población en las acciones de defensa del derecho a la vida frente a las causas del hambre.
Ocho personas de cada diez en el mundo sufren actualmente hambre. Lo cual significa que son muchas más que hace diez años, a pesar de que no se publican ya estadísticas de muertes por hambre. Todos y cada uno de los días, unos 50.000 niños mueren por esta causa y a diario también otros 20.000 ocupan el lugar de los muertos en las filas de los hambrientos. Quinientos millones de personas sufren de hambre crónica. El hambre es responsable de unas 100.000 muertes diarias.
No podemos tampoco olvidar los más de 400 millones de niños esclavos, de niños sin escolarizar, mientras que en el mundo se gasta diez veces más en armamento que en ayuda humanitaria. Ni los más de 1.500 millones de personas que están subempleados o en paro. Ni los miles de personas que, a diario, mueren o están arriesgando su vida en desprotegidos cayucos en busca de una orilla en la que sea posible la supervivencia.
El hambre existe porque es un negocio, no es fruto del azar, de la buena o mala fortuna, sino que es el resultado de una determinada forma de organizar la vida económica y política. La humanidad cuenta con alimentos, tecnologías y recursos suficientes para atender adecuadamente a una población mucho mayor de la actual. Y esto exige responsabilidades.
El hambre, y no el cambio climático, es el primer problema político. Siendo fruto del expolio de los países empobrecidos, sin embargo los organismos internacionales así como los partidos políticos parlamentarios lejos de plantear soluciones son los cómplices más destacados
Existirá hambre mientras se den unas relaciones políticas y económicas injustas. Existirá mientras el comercio internacional esté basado en el lucro, la esclavitud y el expolio de los recursos de todo tipo en beneficio de una minoría de países y élites corruptas; mientras se produzca un monopolio científico técnico que excluye a la mayoría de la población; mientras la organización financiera internacional favorezca la especulación y la usura, y mientras los grandes organismos políticos internacionales, que no son democráticos, sigan desviando la atención hacia el 0,7% desatendiendo el Nuevo Orden Mundial que hace 50 años les exigieron los países empobrecidos.
Es preciso que tengamos cabal conciencia de que los grandes cambios que deben producirse para erradicar la plaga del hambre no se van a producir espontáneamente ni de una forma repentina. Ni tampoco van a venir necesariamente de arriba. Ni son el fruto de las decisiones de unos cuantos hombres. Muy por el contrario, se generan como resultado de la acción concreta, persistente y organizada del "hombre de la calle".
El hambre tiene solución, pero no hay voluntad política para erradicarlo porque los ciudadanos no lo exigimos. Ninguno de los grandes poderes del mundo quiere acabar con esta canallada. ¡Alcemos nuestra voz en solidaridad con los empobrecidos! Si los ciudadanos lo exigiéramos, se evitarían millones de muertes inocentes…….. NO MATARAS