¿Por qué Vega Real?
Por Yanio Concepción, presidente administrador de Cooperativa Vega Real
Buscar el origen del nombre de una persona o ciudad produce fascinación, alegría e ilusión. En la Biblia y en la antigüedad, los nombres no se elegían al azar. Cada nombre encerraba un significado consustancial con la persona o lugar denominado. Por lo general, llevamos con orgullo nuestro nombre y más aún el nombre de la tierra que nos vio nacer. Hay una relación intransferible e inadulterable, íntima entre el ser humano y su tierra materna. La misión personal e institucional adquiere una trascendencia especial cuando dejamos nuestro legado en nuestra tierra natal.
Antonio Blázquez [Nuevas Fuentes de Geografía e Historia, Madrid, 1903] pone de relieve que: "Los nombres geográficos no han sido puestos por capricho ni por azar, sino que encierran, no pocas veces, una descripción topográfica del lugar designado para ello o expresan, por lo común, una relación ideológica con alguna propiedad de dicho lugar".
Miguel de Unamuno y Jugo, eminente escritor y profesor universitario vasco (1864-1936), dijo: "De tal manera las palabras llevan la esencia humana de las cosas, que las que no son nombres propios, los geográficos, los toponímicos, llevan un paisaje, y a veces basta sólo oír la palabra para adivinar lo que puede ser la tierra que recibió aquel nombre".
Cuando el Almirante Cristóbal Colón, llegó a tierra firme y vio las exuberantes montañas, sólo pudo pensar y luego exclamar: “…la magnífica foresta, una mezcla de majestad y belleza en las formas vegetales, conocida sólo en aquellos generosos climas, palmas de prodigiosa altura, que se levantaban frente al cielo por entre el infinito y varios follajes...Aquel valle y aquel cerro divino mantenían universal frescura por sus caudalosas corrientes que hendían con sus lucientes aguas el seno de la tierra, aldeas que se divisaban por entre los árboles, suntuoso paisaje que alcanzaba la vista y parecía desvanecerse en el lejano horizonte”.
Los españoles miraban con éxtasis aquella voluptuosa llanura que parecía replicar la belleza virginal del paraíso terrestre. Cristóbal Colón, maravillado ante tanta grandeza, le dio el nombre de Vega Real. La palabra Vega, según el diccionario geográfico, es de origen ibérico, anterior al latín, y significa “parte de tierra baja, llana y fértil”. Este topónimo fue dado por el Almirante por la lozanía de esta zona del valle. Esto ocurrió el 8 de diciembre del año 1494.
Cristóbal Colón, en el primer viaje descubridor, utilizó unos 68 antropónimos y topónimos entre el 12 de octubre de 1492 y el 16 de enero de 1493 para dar nombre a los lugares que iba encontrando en el Nuevo Mundo. "Procedió con orden en los nombres, a fin de que quedara satisfecha la memoria de lo espiritual y de lo temporal".
“Veinticuatro de ellos están inspirados en su semejanza a accidentes naturales, once en personajes religiosos o se corresponden con el santo del día, ocho reflejan sentimientos generales de santidad o belleza, cuatro de cuerpos celestiales, cuatro de animales, tres de personas determinadas, cinco nombres del lenguaje taíno y otros nueve variados o misteriosos”. Vega es un topónimo que hace honor a la llanura de estas tierras entre montañas.
Cristóbal Colón se reservaba el privilegio de elegir los topónimos referentes a accidentes geográficos. Por tanto, el nombre de Vega fue elegido personalmente por el propio Almirante. En una ocasión, Martín Alonso Pinzón bautizó un río con su nombre, y la reacción de Colón no se hizo esperar cambiándolo por el de Gracia.
Solamente Cristóbal Colón ponía los nombres a los lugares que iba encontrando; trasladando topónimos del Viejo Mundo al Nuevo Mundo. Los concebía de acuerdo con hechos puntuales de la navegación y, por supuesto, los anotaba en su Diario de Navegación.
Al llegar al Valle del Cibao se creyó en el paraíso y expresó, que no había otra tierra tan bella como la Isla Española, ni mejor gente que las que en ella vivían. Aquí en conjunción con los indios Colón dio inicio a la cultura de origen español más vieja del Nuevo Mundo y a la prístina historia del continente.
En este valle de La Vega, Colón estuvo a punto de sucumbir a manos del hermano de Caonabo con quien combatía. Aquí imploró a la Santísima Trinidad para que lo ayudara a ganar la batalla. La tradición dice que la Virgen de las Mercedes hizo su aparición y lo ayudó.
Murió en brazos de sus hijos Diego y Hernando, vestido de Fraile Franciscano. Antes de fallecer instruyó a su primogénito don Diego Colón y a su hermano Hernando Colón, a que lo enterraran a perpetuidad en el valle de La Vega Real.
¿Por qué Vega Real? Por su hermosura, por ser tierra fértil, tan bella que jamás ojos humanos hayan visto, por lo que la bautizó como la primera ciudad de América, con el nombre de La Concepción de La Vega Real.
Así nace una ciudad y con el tiempo sus instituciones. Un grupo de hombres y mujeres hace honor a la unidad, a la asociatividad y al valor de que juntos podemos crecer en nuestra propia tierra, con el peso a peso podemos trabajar para servir. Así nace Cooperativa “Vega Real”, para realzar el valle más fértil del país.
Real es un adjetivo que lleva nuestra Vega desde que fue bautizada por los colonizadores. En ese entonces, esta denominación se refería al linaje de la corona real. Hoy en día debemos retomar este concepto en el sentido de devolverle a nuestra gente su valor, su sana vitalidad, su energía positiva, su espíritu valiente y digno, su capacidad de construir un mundo de paz, un mundo de valor.
La categorización de “Real” de nuestra Cooperativa Vega “Real”, está cimentada en valores reales, buscando la grandeza humana a través de la enseñanza de principios espirituales morales y sociales trascendentes. En CVR hablamos un lenguaje real, el lenguaje de la verdad, el lenguaje de la justicia, el lenguaje de la equidad, el lenguaje de la solidaridad, el lenguaje de la paz. En Vega Real promovemos un desarrollo sostenible “real”, respetuoso del medio ambiente. En Vega Real nos ocupamos “realmente” de hacer “realidad” que nuestra “Vega”, tierra fértil en diversidad de riqueza natural y humana, sea “Real”.