CELOS…MALDITOS CELOS. ¿Dónde está lo negativo y/o lo positivo?
Cada vez que me encuentro alguien en la vida, con el cual quisiera compartir momentos de felicidad, siempre existe dentro de mí una fuerza mayor que no me deja en paz. Los celos me dominan cuando, de manera relativa, me imagino cualquier tipo de desliz.
Será quizás porque no me he encontrado con la persona adecuada o que llevo intrínsecamente una marca que me autodenomina “celosa”.
Dentro de los propósitos para este año se incluye superar estas barreras y las formas de “ver fantasmas donde no los hay”, es por eso que si en algún momento de mi vida vuelvo a establecer una relación formal con alguien trataré de superar los errores del pasado pero tampoco confiar demasiado… no es que la pareja sea tu enemigo con el que compartes intimidad… sino que las puertas muy abiertas dan paso a otras interpretaciones.
He comprendido que los celos forman parte de un estado emotivo ansioso que padece una persona y que se caracteriza por el miedo ante la posibilidad de perder lo que se posee-tiene, o se considera que se tiene-posee, o se debiera tener-poseer.
Por lo cual a veces me siento que he superado esto, si nos referimos al ámbito sentimental, donde el rasgo más acusado de los celos es la desconfianza y sospecha permanentes en el otro que tiñen, y perjudican gravemente, la relación con la persona amada.
Dentro de las cosas que he comprendido es que las personas muy celosas son, frecuentemente, apasionadas, ansiosas, un poco sadomasoquistas y neuróticas, y proyectan en su entorno humano sus propias tendencias a la infidelidad.
Si nos remitimos a las teorías influidas por el psicoanálisis dicen que los celos son producto del egoísmo característico del ser humano que cree siempre que cuanto quiere le pertenece.
Según la psicología, los celos demuestran inseguridad y poca autoestima. Otras teorías más sociológicas piensan que los celos provienen del concepto de propiedad privada y de la instauración en occidente de la monogamia.
Mirando el fenómeno desde la Psicología Evolutiva, podría decirse que los celos tienen una función particular y universal en la historia de la especie humana dado que permiten la construcción de relaciones monogámicas y fieles. Así, los celos son emociones que funcionan como un mecanismo de defensa por medio del cual las personas garantizan la permanencia de su pareja y protegen la relación de actuales o potenciales intromisiones.
Lo cierto es que la importancia de dónde provenga no resuelve la situación porque está en el interior de cada pareja saber hasta qué punto los celos son perjudiciales o positivos para una relación.
No obstante existe otra interpretación acerca de las cuantías en que los celos influyen o no en la relación y puede considerarse que una cantidad razonable de celos es necesaria, pues es una manera de demostrar que la otra persona te interesa. La falta de celos puede interpretarse como indiferencia. Así que en realidad, el que los celos sean un problema depende más de cómo es tu relación, de cómo interpreta tu pareja que lo celes, y es a esto a lo que debes poner atención, para no caer en la indiferencia o en asfixiarlo y ahuyentarlo.