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11 ago 2008

Desde el Río Níger hasta el Mar Caribe

Desde el Río Níger hasta el Mar Caribe
Por: Dayana Litz
Un vuelco propició que cayera al suelo. Parecía que el mismo demonio anduviera por allí. “Le echaron un muerto loco”, gritó varias veces mi tía abuela. Luego, mi mamá comenzaba a despertar, parecía que el sueño la había vencido y no que una fortuna en yerbas encima de su cuerpo la llevaran hasta el desmayo.Fue entonces cuando supe, a los 9 años, de la existencia de la santería, del espiritismo, de la brujería. Era muy pequeña pero en mis ojos quedó la imagen de mi madre en el piso, sudada, temerosa y con los párpados caídos. Mis prejuicios aumentaron. Ya no cruzaba las cuatro esquinas diagonalmente y antes de ir para la escuela se untaba cascarilla en las extremidades. Dicen que aquella historia comenzó porque tiraron en la puerta de su casa un polvo con pelos de gato y de perro para separar a mis padres. Ellos se divorciaron y todos los males de salud que tenía mi madre desaparecieron paulatinamente.Al cabo del tiempo me dispuse a hacer un reportaje sobre la santería en Cuba. Tuve presente los sucesos de hace más de una década y el comentario de la amiga que visitó a un babalawo. Aún recuerdo sus palabras: “Mis pies iban acelerados. Me dijeron que se llamaba Juan José, pero que le decían el Tata (…) me reveló secretos sobre mi vida y me mandó unos bañitos de yerbas para mejorar.” Realmente su caso no es el único. Cientos de cubanos desean saber sobre su presente e indagan qué va a pasar en el futuro, precisamente porque les vienen de cerca los vínculos con las raíces de esta religión.Parafraseando a Adalberto Álvarez, director de una de las agrupaciones soneras cubanas, es cierto que “hay gente que te dice que no está en na’ y van a consultarse por la madruga’…” Precisamente no fui en ese horario, pero le pedí a esa amiga la dirección del “Tata”. No fue difícil ubicarlo pues residía en el centro de la ciudad de Pinar del Río. Cuando llegué no me podía atender porque iba a celebrar una misa espiritual, pero me advirtió: “ven más tarde… a eso de las tres”.“¡Imagínate, a esa hora mataron a Lola!, así le expresé a mi mamá; pero si quería ahondar en el tema de la santería, el primer paso era visitar a uno de sus practicantes. Al entrar me miró y dijo: “Eres hija de Oshún, la mismísima Carida’; pero Oshún ta’ brava, sus hijas no deben sufrir así por ningún hombre”. De repente sus ojos se pusieron blancos. Le entró el muerto. “Cuídate el vientre y los senos. Una mujer de pelo rojo con rizos y que viste de blanco te mandó brujería. Debes recibir guerrero.” La consulta continuó y aún quisiera explicarme por qué acertó en varios elementos, con un margen de error pequeño. Actualmente se mantienen esas prácticas. Algunos la ven como fuente para el mal, otros como salvación, pero en general es una manera de tener fe, mediante la confianza en seres sobrenaturales. Esta manifestación la critican muchos racionalistas religiosos y no creyentes (ateos, agnósticos), pues la valoran como una actitud irracional, teniendo como punto de vista que no se debe creer en algo sin pruebas ni lógica. Sin embargo, aún algunos seres humanos veneran a los orishas, los imitan y conservan el legado cultural de sus antepasados. La santería es fruto del sincretismo entre yorubas y católicos, la cual se considera como pagana. Un santo católico y un orisha son vistos como manifestaciones diferentes de la misma entidad espiritual.Por el río Níger...Los yorubas vivían en lo que se conoce hoy como Nigeria, a lo largo del río Níger. En un tiempo tuvieron una poderosa y compleja estructura organizada en una serie de reinos, de ellos el más importante era Benin, y este duró cerca de doce siglos.Se habla de la creación del mundo y de la participación de los orishas. De ahí que ellos son los emisarios de Olofi o Dios Omnipotente que gobierna las fuerzas de la naturaleza y los asuntos de la humanidad. Son reconocidos a través de sus diferentes números y colores, cada uno tiene sus comidas favoritas que las reciben en forma de ofrendas y regalos.Al igual que en otras religiones poseen un texto sagrado, la Regla de Ifá, que representa el pensamiento filosófico por excelencia. Por analogía con el catolicismo, es su Biblia. Sin embargo, ella no se encuentra en manuales ni libros, pues se transmite exclusivamente por vía oral.Sus creyentes deben cumplir lo que se denominan los 16 mandamientos o leyes de Ifá. Para ellos se deben mantener limpios los instrumentos sagrados y el templo. No se puede mentir ni hacer ritos desconocidos o engañar, tampoco llevar a las personas por vías falsas, ni pretender ser sabio. Es importante la humildad, repudian la falsedad y están en contra de romper tabúes. El respeto a los más débiles, a las leyes morales, al amigo, a los mayores, a las jerarquías y a los secretos son principios fundamentales.Las deidades yorubas...Los orishas son varios y sus nombres son fáciles de reconocer por los hablantes de la lengua yoruba contemporánea del África occidental. También son focos de una iconografía pintoresca de objetos simbólicos.Orula se relaciona con la sabiduría y Argayú Sola con las entrañas de la tierra, este último es el padre de Changó: dios del fuego, el trueno, la guerra y los tambores. Por su parte siempre se cuenta para la cura de todas las enfermedades con Babalú Ayé. Se denomina al mundo de los espíritus y de los muertos espiritualizados con Eggun.El guardián de las puertas, los caminos y las encrucijadas es Eleguá. Obatalá es el orisha del cielo y de la tierra. Así como Oggún es el de la guerra, la forja y el hierro.El dueño del monte, las yerbas y la medicina es Osaín. Oshún tiene que ver con los ríos, los placeres y el amor, se identifica con la Virgen de la Caridad, Patrona de Cuba. Oyá es la dueña de las centellas, los vientos, las tempestades y guardiana de la puerta delantera del cementerio. Por su parte Yemayá es el orisha del mar.Hacia el Mar Caribe...Durante el período colonial en Cuba, el desarrollo de la industria azucarera trajo esclavos de Nigeria hacia la Mayor de las Antillas a fines del siglo XVIII, los que superaron en número a los del Congo, aunque estos últimos arribaron desde el XVI.En esa región africana, un sacerdote recibía solamente el asentamiento de Obatalá. La subasta de los esclavos generó, en el mayor de los casos, la separación de las familias y amenazaba con la desintegración cultural de los grupos religiosos. De ahí que los yorubas comenzaron a “recibir” varias deidades, buscando la manera de perpetuar los linajes religiosos al permitir que un solo individuo fuese portador de varios orishas.Mediante la fe se conservaron los cantos, los bailes, los tambores, las relaciones corporales y anímicas que aún se perciben en Cuba; donde los pueblos africanos reprodujeron los sistemas de ciudades-estado y conservaron las estructuras de cabildo durante sus relaciones espirituales.Al tratar los amos esclavistas de imponer el catolicismo como establecía el mandato evangelizador desde el comienzo de la colonización española en América, se iniciaron los procesos de sincretismo y de transculturación.Una vez en la iglesia, los esclavos identificaban el aspecto de las imágenes que se le obligaba a adorar con las deidades de su propio culto. A Santa Bárbara, con una túnica carmín y el sostén de una espada, la asociaron con Changó, el guerrero dueño del trueno y los tambores que viste de rojo y posee un hacha doble o bi-petaloide (oché).También veneraban a la Virgen de Regla, patrona del pueblo que lleva su nombre frente a la bahía de La Habana, y que viste de azul, pero la identificaban con Yemayá, la dueña del mar. De esta manera se funde casi todo el panteón yoruba con la unión de los elementos religiosos de lo africano y lo español.Así se inicia una religión como acto o representación explícita por la cual el hombre cree demostrar su reconocimiento de la existencia de varios dioses que tienen poder sobre su destino, a quien obedecen, sirven y honran. Es también ese sentimiento y expresión de amor, miedo o pavor hacia un poder sobrehumano y todopoderoso, ya sea por la manifestación de creencia, por la realización de ritos, ceremonias o por la conducta de la propia vida. A través de ella existe un sistema de fe y culto, el cual puede ser psicosocial. Etimológicamente este vocablo proviene de “religare”, para algunos sería un intento del ser humano por ligar al mundo consigo mismo o con su Dios.Llegó la santería...Para María Teresa Linares, musicóloga y estudiosa del tema, la relación sincrética entre diversas culturas que, durante el período colonial, llegaron a configurar “lo cubano”, fue dando origen al fenómeno de la santería. Según sus criterios “(...) aparece como el resultado de la integración y continuidad cultural de elementos étnicos y religiosos de los participantes africanos y españoles, ocurrido en el proceso de definición de la nacionalidad cubana. En la santería sobreviven cultos a los orishas o divinidades de origen africano, principalmente yoruba, bajo el culto a las imágenes de santos católicos.” Ella afirma que “la santería no es una religión oficial ni tiene una organización basada en una jerarquía superior --como los obispos y el papa católicos--. Es una religión personal, privada, que se desenvuelve en el ámbito estrecho de una pequeña colectividad de creyentes y personas allegadas, que ofician en una casa particular, a la vez vivienda y casa-templo (ilé-ocha).”Desde adentro…En uno de sus apuntes sobre las relaciones entre la Religión y el Estado, el Dr. Jorge Ramírez Calzadilla, del departamento de Estudios Sociorreligiosos (DESR) del Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas (CIPS), afirma que: “En la evolución histórica de Cuba se advierten tres etapas principales, en cada una de las cuales son distinguibles diferentes modelos político sociales, formas de ejercicio del poder y niveles de soberanía. El campo religioso fue modificándose, tanto en su composición de formas religiosas concretas como en los modos de relaciones con la sociedad y con el Estado.”Para él: “La libertad religiosa ha sido interpretada y aplicada de maneras muy diversas. Un examen de esta naturaleza debe incluir el aspecto histórico y, aunque preferencie el análisis politológico, tiene que realizarse en una perspectiva multidisciplinaria atendiendo las problemáticas sociológicas y antropológicas que exige una comprensión del fenómeno religioso.”Teniendo como referencia los años 90, para el Dr. Calzadilla: “ (…) en condiciones de crisis económica que ha afectado otros aspectos de la sociedad, se verifica un reactivamiento religioso que ha situado a la religión en mayor capacidad de intervenir en la vida social y ha ampliado el espacio social de las organizaciones religiosas, tanto las cristianas como las de origen africano y espiritistas, al tiempo que aumenta en intensidad la religiosidad popular. Este incremento religioso no tiene necesariamente una lectura política como algunos análisis desde una opción ideológica oposicionista que han pretendido presentar.”Sobre la oficialidad de las religiones de origen africano, el Licenciado Antonio Castañeda Márquez, presidente de la Asociación Cultural Yoruba de Cuba expresó en una entrevista concedida en su sede que: “Ellas se legalizan de acuerdo con la hegemonía y el potencial que tengan. En Cuba no puede estar reconocida oficialmente porque en el país existe un gobierno laico, pero si buscas los datos de la Academia de Ciencias, cerca del 15% de los habitantes son ateos y el resto religioso. Si ese 85% lo llevas a escala de 100%; entonces de ellos, alrededor del 70%, son creyentes en esta religión cubana de origen africano.”El principal representante de esta institución cultural dijo: “Antes de la apertura religiosa existían quienes negaban su fe para poder ser diputado o del Partido; hoy día no se necesita eso, la gente puede ser militante y ser religioso.”Sobre la existencia de algunos farsantes que tienen casas-templos acotó: “Todos los religiosos viejos de este país, los que se respetan, trabajaron en su vida. Ahora dicen por ahí que ‘el Santo no quiere que él trabaje’, ¿cómo va a existir letra de esa índole cuando los esclavos en siglos anteriores tenían esas prácticas y sin embargo laboraban día y noche?”La santería en algunos lugares se ha convertido en un negocio, al respecto argumentó Castañeda: “Eso está primando ahora, no solamente en Cuba, sino en cualquier lugar donde se introduzca. Hay quienes cobran más de la cuenta por las consultas y hacen de esto un medio de vida (…) Apartando las necesidades que hay en el país, hoy estamos luchando contra esas corrientes. “Los principios yorubas son muy cercanos a los de la Revolución Cubana -precisó-: viene de raíces pobres, existe la ayuda entre hermanos, la solidaridad y tiene por base el amor; sin embargo ella no se relaciona solamente con la santería, pues posee un amplio espectro cultural desde la música, los bailes hasta la pintura.”La Asociación Cultural Yoruba tiene sus raíces desde 1976. Luego se legaliza el 17 de diciembre de 1998 y en el 2002 abrieron su sede en el municipio de Habana Vieja, sita en Prado No. 615, entre Monte y Dragones. Ella posee actualmente cerca de seis mil afiliados.Visiones críticas...El Centro de Investigación y Desarrollo de la Cultura Cubana Juan Marinello, acogió las opiniones del profesor de antropología y estudios afronorteamericanos de la Universidad de Harvard, James L. Matory. Él indicó en sus presupuestos teóricos que el análisis de las religiones de los inmigrantes, de los colonizados, alienados u oprimidos abre una puerta a considerar las condiciones políticas o de clase de su textualización y canonización.Agregó que “(...) todas las tradiciones religiosas, y en concreto las escritas, ubican a los practicantes contemporáneos en un diálogo con las luchas de facción del pasado”.Lisa Maya Knauer, de la Universidad de New York, afirmó que las celebraciones a los santos suelen ser “zonas de encuentros culturales entre los cubanos de las diversas oleadas migratorias de la diáspora, entre habaneros y turistas.” Comentó sobre su visita por vez primera a Cuba: “El carácter alterno de la afrocubanidad estaba enormemente mediado, se encontraba atrapado en la nueva economía del dólar”.
Para el mundo...La santería es producto de un proceso de largos años. El comercio, con su perspectiva de aunar fondos, no podrá apagar la tradición que se vive hoy desde la visión afrocubana.En su mundo de ideas existen leyendas acerca de la vida de los dioses, los cuales van a fundamentar las acciones divinas y también las humanas. De esta forma se observa el comportamiento psicológico y social del adepto, quien considera al ser sobrenatural como un miembro familiar y como tal, lo trata, en una relación igualitaria hombre-dios.Como mi amiga, otros seguirán asistiendo a las consultas con los santeros, porque el hombre genérico, envuelto en sus quehaceres diarios, siempre buscará la verdad, querrá modificar su futuro o influir en otros seres humanos. Para lograrlo se refugiará siempre en su creencia. Sin embargo, ella no puede circunscribirse a lo que revela en sus manifestaciones más conocidas como ‘tirar los caracoles’o ‘hacerse santo’. Se debe ver también con una perspectiva cultural que es, en definitiva, lo que la hace perenne en la historia.