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23 abr 2011

• Brasil - Nacido para ser imperio • Orígenes del Brasil

• Brasil - Nacido para ser imperio
• Orígenes del Brasil


Por Gino Pepi Revista de Izquierda Internacional

• Brasil - Nacido para ser imperio

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Salió el primer número de la Revista de Izquierda Internacional, vea el contenido y leela en formato pdf

No hay duda de que Brasil es una potencia emergente imperial. Domina la región y el capital de exportación, se apodera de los mercados, se arma para la batalla e interviene para aumentar su peso político cada vez mayor, ganándole terreno al decadente imperio de los EEUU.

En términos de producto interno bruto (PIB), la economía de Brasil es la más grande de América Latina y la segunda más grande en el continente, después de EEUU. A nivel mundial hay pocas potencias que han experimentado crecimiento económico y Brasil está entre los cuatro primeros lugares. Este país domina en toda América del Sur, económica y políticamente, y es el principal competidor de los EEUU. Está claro que la visita de Obama a Brasil, el pasado marzo del 2011, no fue precisamente para tomar lecciones de samba cuando el carnaval había ya pasado pero sí para proteger sus intereses y preservar la situación económica y política de los EEUU. Tanto como para el carnaval como para esto último, Obama llegó tarde.

Sólo la clase dominante brasileña – no hay ninguna otra en esta posición – puede tomar la iniciativa para resistir la tendencia en aumento de los EEUU de su ofensiva militar/política para socavar los últimos vestigios de la relativa independencia de otras burguesías nacionalistas tanto en el norte como en el sur del continente.

Brasil tiene una de las economías de más rápido crecimiento en el mundo. Su economía está creciendo en un momento en que la mayoría de los capitalistas en el mundo están en decadencia y en crisis. Brasil ha tenido una tasa media de crecimiento anual del Producto Interno Bruto, PIB, superior al 5 por ciento desde principios del 2000. En el 2009, el PIB de Brasil fue calculado en por lo menos 800 mil millones de dólares y desde entonces éste ha aumentado . Pronto pasará de ser la octava a la quinta economía de mayor importancia en el mundo. A pesar de que esto sólo dará una visión distorsionada y minimizada de todo su poder.

El periódico Miami Herald publicó el 7 de octubre del 2010: “El FMI (Fondo Monetario Internacional) predice (…) que el crecimiento económico de Brasil se espera de un 7.5 por ciento para este año (2010) antes de que desacelere al 4.1 por ciento en el 2011 (...) Mientras tanto, el FMI prevé un crecimiento del 2.6 por ciento para los Estados Unidos para este año - un débil desempeño que viene después de una recession - y el 2.3 por ciento de crecimiento para el 2011. (...) El crecimiento se espera que sea aún más lento en la euro zona, donde el FMI pronostica, para las 16 naciones que utilizan el euro como su moneda, un crecimiento económico promedio del 1.7 por ciento para este año (2010) y el 1.5 por ciento para el próximo.”

Brasil es el productor más grande y de mayor crecimiento así como el mayor distribuidor de los productos más importantes del mercado en el mundo. Estos incluyen el hierro, muchos importantes minerales y diamantes para la industria, soya, maíz, pollo, carne de res, jugo de naranja, café, azúcar y tabaco.

Brasil es el primer país que ha traído a las diez más grandes empresas automotrices dentro de sus fronteras nacionales. Brasil también cuenta con el tercer fabricante de aviones más grande en el mundo, Embraer, el cual suministra a la mayor parte de las aerolíneas regionales de tamaño medio de los EEUU – en este línea, no es el tercero sino el primero del mundo - y se está expandiendo rápidamente a la producción de aviones militares. A nivel mundial, ocupa el cuarto lugar en la producción de armas militares y de vehículos.

Brasil ha incrementado su capacidad para la exploración espacial, cuenta con sitios propios para el lanzamiento de misiles y ha sido parte del equipo de construcción de la Estación Espacial Internacional. Parte de la visita de Obama a Brasil era precisamente discutir el acceso de los EEUU a estos sitios de lanzamiento de cohetes.

Con su gran industria de bio-combustibles (etanol), Brasil tiene la economía más ecológica del mundo, mientras que al mismo tiempo es responsable de una parte de la subida de los productos agrícolas en el mercado mundial.

Su industria petrolera en alta mar es tan grande, que tiene que contratar a muchos de sus soldadores de plataformas petroleras de otros países hasta de los mismos EEUU. El producto bruto de Petrobras (la empresa petrolera nacionalizada) recientemente es de 67 mil millones de dólares. A 150 millas de la costa brasileña, Petrobras tiene planes para construir plataformas marinas que perforarán a 20,000 pies de profundidad.

En cualquier lugar de América del Sur que te detengas por gasolina o gas natural, lo más probable es que sea una estación de Petrobras. Pronto, Petrobras unificará la capacidad de producción petrolera de Argentina, Uruguay y Venezuela y con eso Brasil se convertirá en el mayor conglomerado de petróleo - con un total del 11 por ciento de las importaciones de petróleo de los EEUU, casi tanto como Arabia Saudita -. Brasil lidera la extracción de gas natural y de distribución en Bolivia y Ecuador. Desempeña un papel similar en la industria hidroeléctrica del Paraguay. También es un socio fundamental en la explotación del Orinoco en Venezuela.

La mayor parte de sus exportaciones de hierro van a China. Al norte de Río de Janeiro, con el financiamiento de China, Brasil está construyendo un enorme puerto de embarque para acelerar la entrega de este mineral a China. En febrero del 2011, la Radio Pública Nacional de EEUU informó que Brasil está construyendo un sistema ferroviario internacional que cruce a la costa del Pacífico para aumentar aún más su capacidad de envío a China.

Las exportaciones brasileñas se han triplicado desde el 2003 elevando la demanda mundial de todo lo que produce. Brasil, quien fuese alguna vez el mayor deudor del mundo de los mercados emergentes, se convirtió en un acreedor externo neto por primera vez en el año 2011 cuando sus reservas internacionales aumentaron a la cifra récord de 171.600 millones de dólares cuando en el inicio del 2003 sus reservas eran de 37.600 millones de dólares. Brasil es el único exportador de capital en América Latina.

Brasil se expandió a todos estos rubros, en parte mediante la creación del Mercosur en los inicios de los 90´s con sus socios Argentina, Paraguay y Uruguay. Brasil creó este bloque comercial antes que los EEUU crearan el Tratado de Libre Comercio (TLC). El New York Times, The Washington Post y el grupo de periódicos McClatchy han informado que en cada año desde la fundación del Mercosur, Brasil ha lidereado serios intentos para expandir este bloque. Sin embargo, su desarrollo como potencia imperialista se inició mucho antes.

Brasil, rápidamente ha hecho de Venezuela su principal socio y ha ido asociando a muchos otros países de América Central y América del Sur; también trató de ampliar este bloque comercial a Sudáfrica y casi llegó a un acuerdo para aliarse a la Unión Europea (UE) en un bloque comercial.

El Mercosur es el tercer mayor bloque comercial del mundo después de la UE y el TLC y ha detenido a los EEUU en sus intentos de firmar un bloque comercial con América Central y del Sur, el Área de Libre Comercio de las Américas, ALCA.

Brasil es un abierto crítico de la política exterior de los EEUU, sobre todo en lo que se refiere a preservar su propia influencia en otros países de América Latina y por lo tanto “defender” a sus peones contra el “pac-mam” geopolítico de los EEUU.

Por ejemplo, se opuso a la política de EEUU en relación al golpe de estado del 2009 en Honduras, defiende las demandas de Argentina respecto a las Malvinas, colaboró con Turquía en el intento de negociar un acuerdo con Irán sobre su programa nuclear y está luchando por convertirse en el próximo miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Todo lo hace para consolidar su papel dominante en la región y expandirse a otros lugares.

Brasil es la mayor fuerza militar en las Américas. El ejército brasileño, desde hace mucho tiempo participa en Las Fuerzas de Paz de la ONU. En agosto del 2003 lidereó a estas fuerzas de la ONU a Haití. Desde el 2010 hay alrededor de 11.000 soldados estadounidenses y otros tantos 11,000 soldados extranjeros y policía en Haití, de los cuales Brasil suministra aproximadamente la mitad y lleva la batuta de todas estas fuerzas. Brasil tiene una gran capacidad para la fabricación de vehículos de guerra terrestres, áreos y navales así como para la producción de armamento. Por último, también está construyendo su propia flota de submarinos nucleares en cooperación con Francia pero exigen del país europeo, la transferencia y el control de la tecnología utilizada.

IMPERIALISTAS CON PIES DE BARRO

Tomando en cuenta todo lo anterior no cabe duda de que la clase dominante brasileña se ha convertido en una fuerza imperialista en el mundo y se fortalece cada día. Sin embargo, este espectáculo de poderío económico coexiste con una disparidad extrema, de riqueza para unos pocos y pobreza para muchos. Un poder arrollador, con todo y consejo de guerra, pero con pies de barro.

En el año 2008, el 22,6% o 34,9 millones de brasileños vivían por debajo del umbral nacional de pobreza oficial. Brasil tiene una de las mayores tasas de desigualdad del mundo. El 10% más rico de los brasileños controla el 42,7% de los ingresos de la nación, mientras que el 10% de los más pobres subsisten con menos del 1,2%. La tasa de pobreza en Brasil es más claramente visible por los barrios pobres que rodean sus ciudades, las favelas.

En las favelas un 52% de la población no cuenta con distribución de agua sanitaria, un 68% no tiene recolección de basura y un 78% no tienen servicio de tratamiento de aguas residuales sanitarias o fosas sépticas. Agreguemos a estos números que el 25% no tiene electricidad y el 74% vive en hogares donde la cabeza de familia tiene menos de cuatro años de escolaridad. Estas terribles condiciones son el caldo de cultivo perfecto para altos índices de delincuencia, desigualdad y la frustrada incapacidad de los pobres de desarrollar su potencial humano. Para las mujeres todo esto va doble. Los militares brasileños están intentando controlar la actividad delictiva de estos sectores y el gobierno planea urbanizar e integrar a estas áreas.

Para los pobres del interior del país las condiciones son las mismas o peores. En el campo, la lucha por la tierra, particularmente las sub o no utilizadas, pero potencialmente productivas, conduce al asesinato de líderes de los sin-tierra y a veces alcanza el nivel de guerra civil. Agreguemos a esto la discriminación racial contra la población indígena y los descendientes de los cuatro millones de esclavos africanos traídos a Brasil. Aunque en Brasil la esclavitud fue abolida más de cien años atrás, el acceso a la educación, a la tierra, a los servicios de cuidado de la salud, a los derechos de títulos de propiedad y al empleo son todavía un problema para los descendientes de esclavos. El racismo es una parte importante del milagro económico brasileño.

La clase obrera y sus organizaciones sindicales están activas en todos los sectores de la economía y de la política brasileña. La Central Única dos Trabalhadores (Central Única de los Trabajadores, conocida por el acrónimo de la CUT), es la principal confederación sindical de Brasil. La CUT se formó en 1983, su principal cimiento está en los sindicatos organizados de la industria automotriz y metalúrgica de las afueras de Sao Paulo. La CUT es la base principal del Partido de los Trabajadores (PT).

La CUT es la central sindical más grande y más poderosa de Brasil y de América Latina, representando a más de 7.4 millones de trabajadores de todos los sectores de la economía brasileña. Es la quinta central sindical más grande del mundo. Actualmente se enfrenta a obstáculos para la organización sindical debido a nuevas leyes brasileñas que reducen los derechos de los trabajadores a organizarse.

La CUT es la principal base de apoyo para el PT. Precisamente Inácio Lula da Silva (Lula) proviene de aquí, un ex líder sindical metalúrgico y dirigente de la CUT. Los trabajadores del CUT han pagado con sangre, sudor y lágrimas el precio de ser uno de los mayores componentes de las fuerzas que derrocaron la dictadura militar brasileña.

Lula y el PT se orientaron hacia un gobierno de conciliación de clases diseñado para introducir sólo las reformas suficientes para ganarse la lealtad de la clase obrera brasileña para perseguir el proyecto imperialista de la clase dominante. Esta es la manera en la que la clase obrera brasileña avanza en su propio estándar de vida a costa de los trabajadores y oprimidos de todos los demás países a los que Brasil domina o dominará en el futuro.

Los sindicatos en los EEUU y el Partido Laborista Británico tuvieron este mismo proceso cuando por ejemplo, se granjearon posiciones en el sistema como aristócratas obreros. El PT y la CUT están siguiendo los mismos o similares caminos.

Fue con el consentimiento de la burguesía brasileña que Lula llegó a la silla presidencial y eligió a su sucesor, la primera mujer ministro de Brasil, Dilma Rousseff. Durante la presidencia de Lula, del 2003 al 2010, el gobierno dio algunos pequeños pasos para resolver los problemas de pobreza de Brasil. Cuando Lula estaba por abandonar su cargo de elección, fundó un instituto de investigación para facilitar las inversiones brasileñas en África. ■


• Orígenes del Brasil

Brasil, bajo el dominio colonial de Portugal y después de su independencia, tuvo una larga tradición de tratos y conquistas que se iniciaron desde 1494 cuando Portugal firmó acuerdos con España para limitar la expansion española hacia América del Sur y la garantía de la concesión de tierras a Portugal para adquirir gran parte de lo que hoy es el sur de Brasil .

A comienzos de 1680, la colonia portuguesa de Brasil hizo incursiones militares al sur librando largas y sangrientas batallas contra colonos españoles y construyeron una fortaleza a lo largo del Río de la Plata de Buenos Aires. En 1777 Brasil lucró con esta fortaleza a lo largo de amplias áreas de lo que más tarde se convertirían en estados de la Amazonía nordeste de Brasil.

En 1816, la monarquía portuguesa, como resultado de haber sido derrotada por los ejércitos franceses de Napoleón en Portugal, se trasladó a Río de Janiro. Una campaña militar ocupó más territorio al sur de Brasil y norte de Argentina. En una complicada serie de guerras y luchas políticas este territorio fue transformado en Uruguay, como un estado “independiente” de Argentina, Brasil y Paraguay.

En 1822 Brasil se independiza de Portugal y pone en marcha guerras aún más sangrientas, invadiendo Uruguay y Paraguay. Brasil, Uruguay y Argentina se unen en la “Guerra de la Triple Alianza”, (1865-70), contra Paraguay, teniendo como resultado el despojo de una gran parte de territorio paraguayo en beneficio de Brasil.

A principios del siglo XX, ante las incursiones de Perú y Colombia a la frontera amazónica brasileña para extraer el caucho y otras materias primas, Brasil tomó represalias militares y mayores controles del comercio. En 1942, durante la Segunda Guerra Mundial, la ambición militar de Brasil le lleva a declarar la guerra a Alemania e Italia, enviando tropas y grandes suministros de guerra para los aliados.

En el golpe de estado de 1945, los militares brasileños se deshicieron de un gobierno que había permanecido en el poder desde 1930. Después de una serie de gobiernos civiles seguidos por golpes militares, fue que los militares decidieron, en 1964, establecer una dictadura militar para facilitar una mayor industrialización del país bajo el auspicio del imperialismo norteamericano, sentando con ello las bases para una mayor presencia brasileña en el continente. El tan conocido “Milagro Brasileño” resultó ser un gran negocio para las multinacionales norteamericanas y también fortaleció la burguesía nacional brasileña. Sin embargo, a la larga, la construcción de la base industrial brasileña y el fortalecimiento de la burguesía nacional se viró en contra de los EEUU cuando Brasil se convirtió en un competidor más dejando de ser un enclave semicolonial.

En 1984 las fuerzas de la CUT, el PT y el Movimiento Sin Tierras fueron parte de la lucha contra la dictadura militar. Pero cayeron prisioneras de la política de reemplazo del gobierno militar por uno civil en forma paulatina y preservando a las FFAA como los árbitros, que aun son, de la política nacional.■