Fuente: Don Mario Concepción, obra La Vega y sus Calles, Santo Domingo, 1986
Este nombre le fue asignado a esta calle por el cabildo vegano mediante disposición de fecha 3 de enero de 1889, como testimonio de admiración y gratitud hacia el ilustre Padre de Patria, Juan Pablo Duarte, con cuya obra estuvo La Vega estrechamente vinculada a través de la sociedad La Trinitaria
Anteriormente esta calle era conocida como Del Cementerio por existir en ella una necrópolis, que era estaba al servicio de la población antes de construirse el actual cementerio denominado ornamental
En esta vía, que es de la más antiguas de la ciudad, funcionó por largos años, en una casa de madera de dos niveles la Logia Masónica Concordia, fundada a mediado del siglo pasado
También en esta vía, según lo manifiesta Don Francisco José Álvarez, en sus apuntes “ Una Ojeada Retrospectiva” , se construyo por el año de 1903 la primera casa donde se utilizara cemento, propiedad de la señora Jerónima Colón (Cerón), edificación que aún existe y que ocupaba hace algunos años el establecimiento comercial de Luis Francisco Abreu Fernández (Luichy)
Señala además Sr. Álvarez, en sus notas, “ fue en esta misma calle donde se construyera en esta ciudad la primera casa de dos plantas de cemento armando, propiedad del conocido comerciante Evangelista Cornelio, cariñosamente llamado el Don, y quien fue la primera persona que en poseer automóvil en La Vega, en esta casa funcionó años después la inolvidable escuela normal particular dirigida por la consagrada educadora profesora Dolores Morilla Almanzar (lola), cuando se clausuró la oficial por los años treinta.
Hay que resaltar en la historia de esta calle, que en el año de 1904, el Padre Francisco Fantino, llegado a esta ciudad en un tiempo atrás muy corto, estableció en una casa d madera, en la esquina de la que es hoy con Ing. H. García, un asilo para niños pobres con el nombre de San Vicente de Paúl, y bajo la dirección de las Hermanas de la Caridad. Fue en este local que poco tiempo después, éste santo varón iniciará su provechosa obra evangelizadora
En esta misma calle, residía y falleció, el 16 de noviembre de 1898, el benemérito ciudadano Don Casimiro de Moya y Portes, exponente del progreso vegano, en diferentes renglones. Pasó a la historia al no aceptar ser nominado para las elevadas funciones de Presidente de la República, a finales del siglo XIX, cuando se lo propusiera el Partido Azul o Liberal
Así como también estuvo ubicado el taller donde se imprimía el diario La Redención, de carácter nacionalista, cuya primera edición circulo el 4 de octubre de 1921. Esta publicación, fue de corta duración, pero de gran significación por estar en plena intervención militar norteamericana. Estaba dirigida por Hilario Peña (Cun), y redactada por Aquilino Grullón H.
Igualmente funcionaron en ella, la sala de cultura física y la escuela de arte manuales, instalada en el mismo local, aún funciona en la actualidad la escuela de artes manuales de esta ciudad