En la cual se preparaban los alimentos para la clase gobernante del imperio de Kabah cuya antigüedad se calcula en unos mil años
SANTA ELENA, Yucatán, 17 de noviembre.- La investigadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Lourdes Toscano Hernández, reportó el hallazgo de una cocina maya prehispánica de casi mil años, en la cual se preparaban los alimentos para la clase gobernante del imperio de Kabah, en el sur de Yucatán.
La responsable del proyecto de rescate y salvamento de este centro ceremonial ubicado en la llamada zona Puuc, destacó que la importancia del hallazgo radica en que ésta se localiza en el centro de la ciudad maya, en el extremo norte del grupo Este, muy cerca del palacio real.
Esta ubicación, continuó la especialista, tenía como fin que los aromas de los alimentos llegaran a la clase gobernante durante el proceso de preparación, pero también se evitaba que las alimañas e insectos se colaran a la casa real, en especial del conjunto habitacional.
Destacó que esta es la segunda cocina real de su tipo que se encuentra en la zona, la primera en Labná, y pertenece al750-950 DC, en el llamado clásico tardío.
La especialista del INAH-Yucatán expuso que aún cuando los trabajos de intervención del sitio iniciaron desde 2007 y existía sospecha de que un área de excavación de 14 metros de ancho por 40 de largo, era parte del sitio de preparación de los alimentos, fue hasta hace dos meses cuando se confirmaron las sospechas.
Se trata de un espacio donde residió la élite, en el que se encontraron restos arquitectónicos de mampostería y gran cantidad de cerámica, artefactos de piedra, metates y huellas de fogones, cuya antigüedad se calcula en unos mil años.
Por la disposición de los objetos encontrados se ha establecido que dentro de la cocina real hubo espacios destinados para diferentes funciones: en dos cuartos se encontró la cerámica, mientras que en espacios circundantes se ubicaron metates, así como dos áreas, por lo menos, donde hubo fogones.
En el sitio, abundó, se localizaron inicialmente 30 mil fragmentos de cerámica, 70 artificios de piedra para destazar y preparar animales para consumo, como manos de metate, percutores, navajillas, cuchillos y raederas, aunque en los últimos meses se ha duplicado ese número.
También figuran 21 metates, huellas de fogones, vestigios de construcciones de mampostería y materiales perecederos, donde prepararían los platillos finales y se almacenarían víveres, agua y/o trastos.
De igual forma se encontraron cazuelas, platos, cuencos y vasijas de grandes dimensiones, cerámica que se ha descubierto en el interior de palacio que es igual a la que se ha encontrado en las casas comunes.
“La gran diferencia entre una y otra es el tamaño, el número de vasijas; estamos pensando que en los palacios se cocinaban grandes cantidades de comida, por eso los enseres eran de mayores dimensiones, había más utensilios y variadas formas para diferentes usos”, detalló.
Toscano Hernández recordó que en la investigación arqueológica de la cocina real de Kabah se ha apoyado también en estudios químicos, realizados por especialistas de la Universidad Autónoma de Yucatán, a partir de los cuales se corroboró la existencia de dos áreas de fogones con evidencias de materia orgánica.
Aunque, comentó que una de las grandes interrogantes para los investigadores es saber por qué no se han encontrado huesos de animales, ya que si se cocinaban grandes volúmenes de comida, es lógico que hubiera una gran cantidad de desecho óseo.
La investigación arqueológica en Kabah está enfocada a identificar las funciones que se realizaban en el área denominada como grupo Este, integrado por varios edificios tipo palacio, entre ellos el conocido como Codz Pop, uno de los más simbólicos de ese sitio maya.
“Sabemos que es un grupo de palacios donde habitó la familia real, pero específicamente qué tipo de actividades se efectuaban en cada uno, aún no lo conocemos”, mencionó.
A partir del descubrimiento de la cocina real de Labná, está claro que los palacios eran áreas multifuncionales, donde no solamente se ejerció el control político y religioso, sino todas las actividades domésticas de élite.
Añadió que el antecedente del hallazgo en Labná ha servido en el proceso de investigación que ahora se desarrolla enKabah, de manera que se ha podido identificar más rápidamente la función que tuvieron los vestigios.
Los especialistas suponen tuvo una importancia similar a la de Uxmal, ya que Kabah es referida en los textos antiguos de Chilam Balam de Chumayel. Esta ciudad maya está comunicada con Uxmal por un sacbé o “camino blanco” de unos 16 kilómetros