Powered By Blogger

Vistas de página en total

Seguidores

5 ene 2012

Fallece Emmet L. Bennet Jr., uno de los expertos que participó activamente en el desciframiento de la escritura Lineal B Publicado por Guillermo Caso de los Cobos el enero 4, 2012 a las 10:00pm Enviar mensaje Ver blog Vía: The New York Times | Margalit Fox | 31 de diciembre de 2011 (Traducción: G.C.C. para Terrae Antiqvae) Emmett L. Bennett Jr. (foto a la izquierda), un experto en filología clásica, jugó un papel esencial en el desciframiento del Lineal B, la escritura de la Edad del Bronce del Egeo, la cual desafió su solución durante más de 50 años, después de que fuera descubierta en tabletas (o tablillas) de arcilla en 1900. Murió el pasado 15 de diciembre, en Madison, Wisconsin. Tenía 93 años. Su hija Cynthia Bennett confirmó su muerte. El profesor Bennett fue considerado el padre de la epigrafía micénica -es decir, el intrincado arte de la lectura de las inscripciones de la época micénica, tal como se conoce la división de la Edad de Bronce en Grecia, alrededor de 1600 a 1200 a. C. Su obra, que implicó un análisis tan minucioso que podía llegar a distinguir, eventualmente, las caligrafías de muchos escribas diferentes de la Edad de Bronce, ayudó a abrir una ventana sobre el mundo micénico. Este era el mundo sobre el cual Homero cantaría en su "Ilíada" y "La Odisea", un mundo que hasta que el Lineal B fue descifrado había languidecido en la oscuridad de la prehistoria. Descifrar una antigua escritura es como romper un código secreto del pasado, y el desentrañamiento del Lineal B es ampliamente considerado como uno de los desciframientos arqueológicos más difíciles de todos los tiempos, si no el más difícil. "Cualquiera que haya visto una pieza de escritura indescifrable se da cuenta de lo difícil que ello es, a diferencia de mirar a una parte del texto con el mismo mensaje en forma impresa", dijo Andrew Robinson, autor de numerosos libros sobre el desciframiento arqueológico, en una entrevista telefónica el pasado miércoles. Con un idioma desconocido en una escritura desconocida, la dificultad se multiplica por mil. El Lineal B registra el funcionamiento administrativo de los centros palaciegos micénicos en Creta y Grecia continental hace 3.000 años: las cuentas de las cosechas, los rebaños, los productos manufacturados (incluyendo muebles, carros y perfumes), los preparativos para las fiestas religiosas y la guerra. Fue descifrado, finalmente, en 1952, no por un erudito, sino por un aficionado obsesionado, un joven arquitecto inglés llamado Michael Ventris (foto a la izquierda). El desciframiento le hizo famoso antes de su muerte, ocurrida en un accidente automovilístico en 1956. Como el señor Ventris había reconocido, fue intensamente guiado por el trabajo del profesor Bennett, quien ayudó a imponer un orden necesario en la masa turbulenta de los extraños y antiguos símbolos. En su seminal monografía "Las tabletas de Pilos" (1951), el profesor Bennett publicó la primera lista definitiva de los signos de Lineal B. Compilar una lista semejante es el primer paso esencial en el desciframiento de las secuencias de comandos desconocidos, lo que no es poca cosa. Un marciano que se enfrenta el alfabeto latino, por ejemplo, necesitaría años de estudio minucioso para estar seguro de que al observar caracteres diferentes como "A" y "a" son meras variaciones de la misma letra, mientras que los de aspecto similar, como "O" y "Q", son letras diferentes por completo. Los analistas del Lineal B pasaron años en situación similar. Trabajando con Alice Kober, una especialista en Lenguas Clásicas en el Brooklyn College, quien antes de su muerte en 1950 fue una de las principales expertas del mundo en tal escritura, el profesor Bennett pasó gran parte de la década de 1940 fraguando una lista de casi 80 caracteres. Cada caracter representaba una sílaba de la lengua aún desconocida. (El Lineal B también contiene un conjunto de signos pictográficos, significando conceptos enteros como "hombre", "mujer", "caballo", "cabra" y "carro"; muchos de ellos podían ser interpretados fácilmente) Gracias a los esfuerzos combinados del profesor Bennett, la profesora Kober y el Sr. Ventris, el Lineal B es ahora la primera escritura legible en Europa, y la época micénica es parte del canon de la historia. Emmett Leslie Bennett Jr. nació en Minneapolis el 12 de julio de 1918. Obtuvo el bachiller, la licenciatura y el grado de doctorado en Lenguas Clásicas en la Universidad de Cincinnati, donde estudió con el eminente arqueólogo Carl W. Blegen. Durante La Segunda Guerra Mundial, el joven señor Bennett trabajó como criptoanalista, ayudando a descifrar los mensajes japoneses. "Él no sabía japonés", dijo Thomas G. Palaima, un profesor de Lenguas Clásicas en la Universidad de Texas, y que fue un estudiante graduado del profesor Bennet. "Le dieron los textos codificados y lo que hizo fue buscar patrones entre ellos. Y, por supuesto, todo esto es anterior a las computadoras, por lo que era necesario tener a seres humanos en busca de patrones, cadenas y todo eso". Aquellas habilidades se demostraron inestimables para su análisis del Lineal B. Las tabletas fueron descubiertas por primera vez en la primavera de 1900, en Cnossos, Creta, por el arqueólogo inglés Arthur Evans (foto a la izquierda), quien las dató alrededor de 1450 a. C. (Él también descubrió una antigua escritura de Creta, a la que llamó Lineal A, y que permanece aún sin descifrar). Desde el principio, el Lineal B era una caja negra. La escritura, cuyos caracteres a los ojos modernos se parecen a los tipis y postes de telégrafo, botones de camisa y hojas de filodendro, eran muy diferente a todo lo visto. El lenguaje grabado era igualmente desconocido: muchos grupos étnicos habían poblado la Edad del Bronce del Egeo, y no había manera de saber quién había producido las tablillas. El señor Evans intentó durante décadas descifrar el Lineal B, pero no pudo hacerlo antes de su muerte en 1941. Sobre la única cosa de la cual él, y los investigadores posteriores, estaban seguros era que la escritura no estaba registrada en griego: los hablantes de la lengua griega no se cree que hubieran existido hace tanto tiempo. Incluso si lo hubieran hecho, aparentemente no habrían tenido manera de escribir su lengua: el alfabeto griego no fue adoptado hasta el siglo VIII a. C. (Los poemas homéricos fueron compuestos y transmitidos oralmente a partir del siglo IX y VIII a. C.). Pero como el señor Ventris descubrió, el Lineal B hizo escritura griega, un dialecto muy temprano hablado 500 años antes de Homero y un milenio antes de la edad clásica. Las investigaciones del profesor Bennett se centraron en un conjunto de tabletas del Lineal B de Pilos, en la península griega, que habían sido descubiertas por su mentor, el profesor Blegen, en 1939. Después de la guerra, el profesor Blegen las confió a su discípulo para que las transcribiera, analizara y publicara su contenido. El resultado fue "Las tabletas de Pilos". Aunque el libro no trataba de descifrar el Lineal B, el cuidado de las transcripciones, la lista completa de los signos y el análisis de los patrones característicos en la escritura, le dieron al señor Ventris la molienda esencial. "Sabemos lo mucho que Ventris admiraba a Bennett, porque él adoptó de inmediato la lista de signos de Bennett del Lineal B para su propio trabajo, antes de produxirse el desciframiento", dijo Robinson, cuyo libro "El hombre que descifró el Lineal B" (2002) es una biografía del Sr. Ventris. "Él dijo abiertamente: 'esta es una maravillosa pieza de trabajo'". El profesor Bennett enseñó en Yale y la Universidad de Texas, pero estuvo más estrechamente asociado con la Universidad de Wisconsin, donde enseñó desde 1959 hasta su jubilación en 1988. Además de su hija Cynthia, le sobreviven su otra hija, Kathleen Bennett, tres hijos, Patrick, John y Chris, una hermana, Shirley Denman, un hermano, Clarence, y cuatro nietos. Su esposa, Marja Dorothy Adams, con quien se casó en 1941, murió en 2005. Tan meticuloso era el trabajo del profesor Bennett, que una vez generó una gran confusión. En 1951, después de que enviara al señor Ventris una copia de su monografía, un agradecido Ventris fue a la oficina de correos a recogerlo. Tal como relata la biografía del Sr. Robinson, un funcionario suspicaz, al mirar el paquete, le preguntó: "Veo que el contenido está descrito como Tabletas de Pilos. Ahora, justifique ¿qué enfermedades pretenden aliviar tales Tabletas de Pilos?". Post de Terrae Antiqvae relacionado


Guillermo Caso de los Cobos

Fallece EGuillermo Caso de los Cobos

Fallece Emmet L. Bennet Jr., uno de los expertos que participó activamente en el desciframiento de la escritura Lineal B

Vía: The New York Times | Margalit Fox | 31 de diciembre de 2011 (Traducción: G.C.C. para Terrae Antiqvae)


Emmett L. Bennett Jr. (foto a la izquierda), un experto en filología clásica, jugó un papel esencial en el desciframiento del Lineal B, la escritura de la Edad del Bronce del Egeo, la cual desafió su solución durante más de 50 años, después de que fuera descubierta en tabletas (o tablillas) de arcilla en 1900. Murió el pasado 15 de diciembre, en Madison, Wisconsin. Tenía 93 años. Su hija Cynthia Bennett confirmó su muerte.


El profesor Bennett fue considerado el padre de la epigrafía micénica -es decir, el intrincado arte de la lectura de las inscripciones de la época micénica, tal como se conoce la división de la Edad de Bronce  en Grecia, alrededor de 1600 a 1200 a. C. Su obra, que implicó un análisis tan minucioso que podía llegar a distinguir, eventualmente, las caligrafías de muchos escribas diferentes de la Edad de Bronce, ayudó a abrir una ventana sobre el mundo micénico.


Este era el mundo sobre el cual Homero cantaría en su "Ilíada" y"La Odisea", un mundo que hasta que el Lineal B fue descifrado había languidecido en la oscuridad de la prehistoria.


Descifrar una antigua escritura es como romper un código secreto del pasado, y el desentrañamiento del Lineal B es ampliamente considerado como uno de los desciframientos arqueológicos más difíciles de todos los tiempos, si no el más difícil.


"Cualquiera que haya visto una pieza de escritura indescifrable se da cuenta de lo difícil que ello es, a diferencia de mirar a una parte del texto con el mismo mensaje en forma impresa", dijo Andrew Robinson, autor de numerosos libros sobre el desciframiento arqueológico, en una entrevista telefónica el pasado miércoles.


Con un idioma desconocido en una escritura desconocida, la dificultad se multiplica por mil.


El Lineal B registra el funcionamiento administrativo de los centros palaciegos micénicos en Creta y Grecia continental hace 3.000 años: las cuentas de las cosechas, los rebaños, los productos manufacturados (incluyendo muebles, carros y perfumes), los preparativos para las fiestas religiosas y  la guerra.


Fue descifrado, finalmente, en 1952, no por un erudito, sino por un aficionado obsesionado, un joven arquitecto inglés llamado Michael Ventris (foto a la izquierda). El desciframiento le hizo famoso antes de su muerte, ocurrida en un accidente automovilístico en 1956.


Como el señor Ventris había reconocido, fue intensamente guiado por el trabajo del profesor Bennett, quien ayudó a imponer un orden necesario en la masa turbulenta de los extraños y antiguos símbolos.


En su seminal monografía  "Las tabletas de Pilos" (1951), el profesor Bennett publicó la primera lista definitiva de los signos de Lineal B. Compilar una lista semejante es el primer paso esencial en el desciframiento de las secuencias de comandos desconocidos, lo que no es poca cosa.


Un marciano que se enfrenta el alfabeto latino, por ejemplo, necesitaría años de estudio minucioso para estar seguro de que al observar caracteres diferentes como "A" y "a" son meras variaciones de la misma letra, mientras que los de aspecto similar, como "O" y "Q", son letras diferentes por completo.


Los analistas del Lineal B pasaron años en situación similar. Trabajando con Alice Kober, una especialista en Lenguas Clásicas en el Brooklyn College, quien antes de su muerte en 1950 fue una de las principales expertas del mundo en tal escritura, el profesor Bennett pasó gran parte de la década de 1940 fraguando una lista de casi 80 caracteres.


Cada caracter representaba una sílaba de la lengua aún desconocida. (El Lineal B también contiene un conjunto de signos pictográficos, significando conceptos enteros como "hombre", "mujer", "caballo", "cabra" y "carro"; muchos de ellos podían ser interpretados fácilmente)


Gracias a los esfuerzos combinados del profesor Bennett, la profesora Kober y el Sr. Ventris, el Lineal B es ahora la primera escritura legible en Europa, y la época micénica es parte del canon de la historia.


Emmett Leslie Bennett Jr. nació en Minneapolis el 12 de julio de 1918. Obtuvo el bachiller, la licenciatura y el grado de doctorado en Lenguas Clásicas en la Universidad de Cincinnati, donde estudió con el eminente arqueólogo Carl W. Blegen.
Durante La Segunda Guerra Mundial, el joven señor Bennett trabajó como criptoanalista, ayudando a descifrar los mensajes japoneses.


"Él no sabía japonés", dijo Thomas G. Palaima, un profesor de Lenguas Clásicas en la Universidad de Texas, y que fue un estudiante graduado del profesor Bennet. "Le dieron los textos codificados y lo que hizo fue buscar patrones entre ellos. Y, por supuesto, todo esto es anterior a las computadoras, por lo que era necesario tener a seres humanos en busca de patrones, cadenas y todo eso".


Aquellas habilidades se demostraron inestimables para su análisis del Lineal B.


Las tabletas fueron descubiertas por primera vez en la primavera de 1900, en Cnossos, Creta, por el arqueólogo inglés Arthur Evans (foto a la izquierda), quien las dató alrededor de 1450 a. C. (Él también descubrió una antigua escritura de Creta, a la que llamó Lineal A, y que permanece aún sin descifrar).


Desde el principio, el Lineal B era una caja negra. La escritura, cuyos caracteres a los ojos modernos se parecen a los tipis y postes de telégrafo, botones de camisa y hojas de filodendro, eran muy diferente a todo lo visto. El lenguaje grabado era igualmente desconocido: muchos grupos étnicos habían poblado la Edad del Bronce del Egeo, y no había manera de saber quién había producido las tablillas.


El señor Evans intentó durante décadas descifrar el Lineal B, pero no pudo hacerlo antes de su muerte en 1941. Sobre la única cosa de la cual él, y los investigadores posteriores, estaban seguros era que la escritura no estaba registrada en griego: los hablantes de la lengua griega no se cree que hubieran existido hace tanto tiempo.


Incluso si lo hubieran hecho, aparentemente no habrían tenido manera de escribir su lengua: el alfabeto griego no fue adoptado hasta el siglo VIII a. C. (Los poemas homéricos fueron compuestos y transmitidos oralmente a partir del siglo IX y VIII a. C.).


Pero como el señor Ventris descubrió, el Lineal B hizo escritura griega, un dialecto  muy temprano hablado 500 años antes de Homero y un milenio antes de la edad clásica.


Las investigaciones del profesor Bennett se centraron en un conjunto de tabletas del Lineal B de Pilos, en la península griega, que habían sido descubiertas por su mentor, el profesor Blegen, en 1939. Después de la guerra, el profesor Blegen las confió a su discípulo para que las transcribiera, analizara y publicara su contenido.


El resultado fue "Las tabletas de Pilos". Aunque el libro no trataba de descifrar el Lineal B, el cuidado de las transcripciones, la lista completa de los signos y el análisis de los patrones característicos en la escritura, le dieron al señor Ventris la molienda esencial.


"Sabemos lo mucho que Ventris admiraba a Bennett, porque él adoptó de inmediato la lista de signos de Bennett del Lineal B para su propio trabajo, antes de produxirse el desciframiento", dijo Robinson, cuyo libro "El hombre que descifró el Lineal B" (2002) es una biografía del Sr. Ventris. "Él dijo abiertamente: 'esta es una maravillosa pieza de trabajo'".


El profesor Bennett enseñó en Yale y la Universidad de Texas, pero estuvo más estrechamente asociado con la Universidad de Wisconsin, donde enseñó desde 1959 hasta su jubilación en 1988.


Además de su hija Cynthia, le sobreviven su otra hija, Kathleen Bennett, tres hijos, Patrick, John y Chris, una hermana, Shirley Denman, un hermano, Clarence, y cuatro nietos. Su esposa, Marja Dorothy Adams, con quien se casó en 1941, murió en 2005.


Tan meticuloso era el trabajo del profesor Bennett, que una vez generó una gran confusión. En 1951, después de que enviara al señor Ventris una copia de su monografía, un agradecido Ventris fue a la oficina de correos a recogerlo. Tal como relata la biografía del Sr. Robinson, un funcionario suspicaz, al mirar el paquete, le preguntó: "Veo que el contenido está descrito como Tabletas de Pilos. Ahora, justifique ¿qué enfermedades pretenden aliviar tales Tabletas de Pilos?".

Post de Terrae Antiqvae relacionadommet L. Bennet Jr., uno de los expertos que participó activamente en el desciframiento de la escritura Lineal B

Vía: The New York Times | Margalit Fox | 31 de diciembre de 2011 (Traducción: G.C.C. para Terrae Antiqvae)


Emmett L. Bennett Jr. (foto a la izquierda), un experto en filología clásica, jugó un papel esencial en el desciframiento del Lineal B, la escritura de la Edad del Bronce del Egeo, la cual desafió su solución durante más de 50 años, después de que fuera descubierta en tabletas (o tablillas) de arcilla en 1900. Murió el pasado 15 de diciembre, en Madison, Wisconsin. Tenía 93 años. Su hija Cynthia Bennett confirmó su muerte.


El profesor Bennett fue considerado el padre de la epigrafía micénica -es decir, el intrincado arte de la lectura de las inscripciones de la época micénica, tal como se conoce la división de la Edad de Bronce  en Grecia, alrededor de 1600 a 1200 a. C. Su obra, que implicó un análisis tan minucioso que podía llegar a distinguir, eventualmente, las caligrafías de muchos escribas diferentes de la Edad de Bronce, ayudó a abrir una ventana sobre el mundo micénico.


Este era el mundo sobre el cual Homero cantaría en su "Ilíada" y"La Odisea", un mundo que hasta que el Lineal B fue descifrado había languidecido en la oscuridad de la prehistoria.


Descifrar una antigua escritura es como romper un código secreto del pasado, y el desentrañamiento del Lineal B es ampliamente considerado como uno de los desciframientos arqueológicos más difíciles de todos los tiempos, si no el más difícil.


"Cualquiera que haya visto una pieza de escritura indescifrable se da cuenta de lo difícil que ello es, a diferencia de mirar a una parte del texto con el mismo mensaje en forma impresa", dijo Andrew Robinson, autor de numerosos libros sobre el desciframiento arqueológico, en una entrevista telefónica el pasado miércoles.


Con un idioma desconocido en una escritura desconocida, la dificultad se multiplica por mil.


El Lineal B registra el funcionamiento administrativo de los centros palaciegos micénicos en Creta y Grecia continental hace 3.000 años: las cuentas de las cosechas, los rebaños, los productos manufacturados (incluyendo muebles, carros y perfumes), los preparativos para las fiestas religiosas y  la guerra.


Fue descifrado, finalmente, en 1952, no por un erudito, sino por un aficionado obsesionado, un joven arquitecto inglés llamado Michael Ventris (foto a la izquierda). El desciframiento le hizo famoso antes de su muerte, ocurrida en un accidente automovilístico en 1956.


Como el señor Ventris había reconocido, fue intensamente guiado por el trabajo del profesor Bennett, quien ayudó a imponer un orden necesario en la masa turbulenta de los extraños y antiguos símbolos.


En su seminal monografía  "Las tabletas de Pilos" (1951), el profesor Bennett publicó la primera lista definitiva de los signos de Lineal B. Compilar una lista semejante es el primer paso esencial en el desciframiento de las secuencias de comandos desconocidos, lo que no es poca cosa.


Un marciano que se enfrenta el alfabeto latino, por ejemplo, necesitaría años de estudio minucioso para estar seguro de que al observar caracteres diferentes como "A" y "a" son meras variaciones de la misma letra, mientras que los de aspecto similar, como "O" y "Q", son letras diferentes por completo.


Los analistas del Lineal B pasaron años en situación similar. Trabajando con Alice Kober, una especialista en Lenguas Clásicas en el Brooklyn College, quien antes de su muerte en 1950 fue una de las principales expertas del mundo en tal escritura, el profesor Bennett pasó gran parte de la década de 1940 fraguando una lista de casi 80 caracteres.


Cada caracter representaba una sílaba de la lengua aún desconocida. (El Lineal B también contiene un conjunto de signos pictográficos, significando conceptos enteros como "hombre", "mujer", "caballo", "cabra" y "carro"; muchos de ellos podían ser interpretados fácilmente)


Gracias a los esfuerzos combinados del profesor Bennett, la profesora Kober y el Sr. Ventris, el Lineal B es ahora la primera escritura legible en Europa, y la época micénica es parte del canon de la historia.


Emmett Leslie Bennett Jr. nació en Minneapolis el 12 de julio de 1918. Obtuvo el bachiller, la licenciatura y el grado de doctorado en Lenguas Clásicas en la Universidad de Cincinnati, donde estudió con el eminente arqueólogo Carl W. Blegen.
Durante La Segunda Guerra Mundial, el joven señor Bennett trabajó como criptoanalista, ayudando a descifrar los mensajes japoneses.


"Él no sabía japonés", dijo Thomas G. Palaima, un profesor de Lenguas Clásicas en la Universidad de Texas, y que fue un estudiante graduado del profesor Bennet. "Le dieron los textos codificados y lo que hizo fue buscar patrones entre ellos. Y, por supuesto, todo esto es anterior a las computadoras, por lo que era necesario tener a seres humanos en busca de patrones, cadenas y todo eso".


Aquellas habilidades se demostraron inestimables para su análisis del Lineal B.


Las tabletas fueron descubiertas por primera vez en la primavera de 1900, en Cnossos, Creta, por el arqueólogo inglés Arthur Evans (foto a la izquierda), quien las dató alrededor de 1450 a. C. (Él también descubrió una antigua escritura de Creta, a la que llamó Lineal A, y que permanece aún sin descifrar).


Desde el principio, el Lineal B era una caja negra. La escritura, cuyos caracteres a los ojos modernos se parecen a los tipis y postes de telégrafo, botones de camisa y hojas de filodendro, eran muy diferente a todo lo visto. El lenguaje grabado era igualmente desconocido: muchos grupos étnicos habían poblado la Edad del Bronce del Egeo, y no había manera de saber quién había producido las tablillas.


El señor Evans intentó durante décadas descifrar el Lineal B, pero no pudo hacerlo antes de su muerte en 1941. Sobre la única cosa de la cual él, y los investigadores posteriores, estaban seguros era que la escritura no estaba registrada en griego: los hablantes de la lengua griega no se cree que hubieran existido hace tanto tiempo.


Incluso si lo hubieran hecho, aparentemente no habrían tenido manera de escribir su lengua: el alfabeto griego no fue adoptado hasta el siglo VIII a. C. (Los poemas homéricos fueron compuestos y transmitidos oralmente a partir del siglo IX y VIII a. C.).


Pero como el señor Ventris descubrió, el Lineal B hizo escritura griega, un dialecto  muy temprano hablado 500 años antes de Homero y un milenio antes de la edad clásica.


Las investigaciones del profesor Bennett se centraron en un conjunto de tabletas del Lineal B de Pilos, en la península griega, que habían sido descubiertas por su mentor, el profesor Blegen, en 1939. Después de la guerra, el profesor Blegen las confió a su discípulo para que las transcribiera, analizara y publicara su contenido.


El resultado fue "Las tabletas de Pilos". Aunque el libro no trataba de descifrar el Lineal B, el cuidado de las transcripciones, la lista completa de los signos y el análisis de los patrones característicos en la escritura, le dieron al señor Ventris la molienda esencial.


"Sabemos lo mucho que Ventris admiraba a Bennett, porque él adoptó de inmediato la lista de signos de Bennett del Lineal B para su propio trabajo, antes de produxirse el desciframiento", dijo Robinson, cuyo libro "El hombre que descifró el Lineal B" (2002) es una biografía del Sr. Ventris. "Él dijo abiertamente: 'esta es una maravillosa pieza de trabajo'".


El profesor Bennett enseñó en Yale y la Universidad de Texas, pero estuvo más estrechamente asociado con la Universidad de Wisconsin, donde enseñó desde 1959 hasta su jubilación en 1988.


Además de su hija Cynthia, le sobreviven su otra hija, Kathleen Bennett, tres hijos, Patrick, John y Chris, una hermana, Shirley Denman, un hermano, Clarence, y cuatro nietos. Su esposa, Marja Dorothy Adams, con quien se casó en 1941, murió en 2005.


Tan meticuloso era el trabajo del profesor Bennett, que una vez generó una gran confusión. En 1951, después de que enviara al señor Ventris una copia de su monografía, un agradecido Ventris fue a la oficina de correos a recogerlo. Tal como relata la biografía del Sr. Robinson, un funcionario suspicaz, al mirar el paquete, le preguntó: "Veo que el contenido está descrito como Tabletas de Pilos. Ahora, justifique ¿qué enfermedades pretenden aliviar tales Tabletas de Pilos?".
Post de Terrae Antiqvae relacionado