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7 may 2010

Alcalde de La Vega, entrega RD$7, 500,000.00 de pesos a choferes del Transporte Urbano para cambio de vehículos


Alcalde de La Vega, entrega RD$7, 500,000.00 de pesos a choferes del Transporte Urbano para cambio de vehículos
Por Ubaldo Solís
LA VEGA. En un acto efectuado en la Sala de Sesiones del Cabildo Vegano, el Alcalde Fausto Ruiz, entrego Certificado de Disponibilidad Presupuestal a 92 choferes del Transporte Urbano, de esta ciudad por valor de RD$7,500,000.00 pesos, unos RD$75,000.00 a cada unos de ellos.
Este programa fue concebido por el presidente del Consejo Municipal Kelvin Cruz y aprobado por unanimidad por sus miembros. Estos certificados servirán para la adquisición de vehículos nuevos, con mira a modernizar y dignificar el transporte urbano de la ciudad de La Vega,
Los beneficiarios cubren las tres rutas que hay en la ciudad; la 1ra. Villa Rosa-Jeremías; la 2da. El Hatico-los Multis- Palmarito y la 3ra. Boca del Lobo-Zona Franca, tendrán unidades nuevas en vez de las destartaladas chatarras que hoy día corren por las calles de esta localidad,
Al acto de entrega estuvieron; el Alcalde Fausto Ruiz, el presidente del Concejo Municipal Kelvin Cruz, el vicepresidente, Claudio Fernández, la Secretaria Municipal Ondina Pérez y el aspirante a la senaduría Samuel de Moya,
Al pronunciar las palabras de bienvenida Kelvin Cruz, dijo, “Me siento orgullo que este proyecto, hoy se empiece a ver sus fruto, para el beneficio de cerca de un centenar de trabajadores del volante de aquí”
De su parte Fausto Ruiz, dijo “este es un proyecto humano, no político, ustedes, refiriéndose a los choferes del concho vegano, son testigo que el Ayuntamiento de La Vega, de un compromiso del más alto nivel. Tengan la seguridad que el transporte urbano de La Vega, será un ejemplo y un modelo en todo el país”
Añadiendo el Alcalde municipal, será un orgullo de los veganos, el cual contribuirá a un desarrollo para ustedes y este pueblo. Enfatizando Ruiz Valdez, “no hay un solo compromiso en los 12 años que llevamos al frente de la municipalidad de aquí, que no haya correspondido o este en vía de corresponder. Este es un verdadero instrumento de desarrollo humano, muchos se benefician, ustedes, los choferes, sus familiares y el pueblo que tendrá un transporte digno, decente y cómodo

CVR, Inaugura X versión de Expo Feria Madre Feliz. Por Ubaldo Solís Bayacanes-La Vega. La Cooperativa Vega Real, Inc. Inauguro la X Expo Feria Mad


CVR, Inaugura X versión de Expo Feria Madre Feliz.

Por Ubaldo Solís

Bayacanes-La Vega. La Cooperativa Vega Real, Inc. Inauguro la X Expo Feria Madre Feliz, en la Casa Club, de esa institución, en Bayacanes-La Vega, con la asistencia de miles de personas de los diferentes pueblos de la región donde esta entidad mutualista tiene oficinas. Además la presencias de autoridades provinciales y municipales.

Expo Feria Madre Feliz. Ha venido superando cada año en organización,. Montaje, asistencia y colocación de rentabilidad, para beneficios de socios y relacionados de diferentes regiones y pueblos del país que han hecho de esta un éxito social y económico con un impacto trascendente

Para esta X versión, los organizadores esperan superar todas las expectativas tanto en asistencia como en lo económico, dando mayor facilidades a socios y relacionados de la Cooperativa, así como también al público en general.

A acto de apertura se inicia con la invocación a cargo del padre Francisco Contreras, luego las palabras de bienvenida fue dicha por el presidente del Consejo de Vigilancia, Henry Mejía, , luego la coronación de la reina de la X Expo Feria Madre Feliz, 2010 la Sra. Divina Rosario.

Así mismo las palabras de motivación el pronuncio el Alcalde del Municipio de La Vega, Fausto Ruiz, mientras que las de exhortación estuvieron a cargo del Senador por esta provincia Euclides Sánchez, y las centrales le correspondió al presidente del Consejo de Administración, Yanio Concepción

De su parte el Alcalde Ruiz Valdez, expreso, este acontecimiento es eminente humano ya que viene en pos del desarrollo de las personas, dijo sentirse orgulloso de que en este pueblo que le ha tocado dirigir como Alcalde, haya una institución como la Cooperativa Vega Real, que exaltar el municipio y contribuye al desarrollo de La Vega, la Región y el País,

Mientras que el senador Sánchez,

6 may 2010


4 de marzo del 1844, memorable fecha para el pueblo vegano

Por Ubaldo Solís
Esta fecha, pasa desapercibida por la mayoría de los munícipes de La Vega, y por mucho tiempo fue ignorada por completo, hasta que el Ayuntamiento, mediante Resolución, declaro como de regocijo el día 4 de marzo de cada año, donde se realizan desfiles escolares y se rinde homenaje ante el prócer de nuestra nacionalidad, en el Parque Duarte, ante su busto.
Como surge esta idea, es, el profesor Francisco Torres Petiton, acucioso investigador de nuestra costumbres y raíces históricas, que le sugiere a la entonces gobernadora provincial la distinguida dama, Lourdes Mendoza de Cáceres y esta sugiere a el sindico municipal para que se haga una resolución de la Sala Capitular, para instituir ese día como festivo en ciudad de La Vega.

Proclamada la Independencia Nacional, con el grito e izamiento del lienzo tricolor en la Puerta de la Misericordia (Puerta del Conde), el 28 de Febrero 1844, el 28 del mismo mes fue enviado al Cibao, por Los Trinitarios, Pedro Ramón Mena, en compañía del Capitán Leandro Espinosa, llegado a La Vega, por el camino de Cotui, el día domingo, 4 de marzo de 1844, (año bisiesto) a las diez de la mañana.

Jovino Espinola, en un artículo publicado en el semanario Nuevo Domingo, describe lo acontecido en la ciudad de La Vega, ese día. “Ese 4 de marzo de 1844, en La Vega, un día de júbilo, pues a eso de las 120 de la mañana hubo una gran reunión en el Honorable Ayuntamiento, compuesta por una gran multitud, en la cual el padre José Eugenio Espinosa presentó a Pedro Ramón Mena, su huésped, y éste le manifestó a los allí reunidos la misión que se le había encomendado en la Puerta del Conde, y todo lo sucedido el 27 de febrero con el grito de la Libertad. Al oírle hablar el entusiasmo fue creciente de todos los veganos

Hay que resaltar que en esta ciudad todo estaba listo en espera de ese gran día redentorista que de un momento a otro vendría infaliblemente, por la cual no hubo sorpresa

Con un ¡Viva la República Dominicana!! que en arranque de patriotismo dieron el sacerdote José Eugenio Espinosa y Juan Evangelista Jiménez, que se encontraban en la reunión, y repetido con el entusiasmo de don Pepe Tavera, Juan Álvarez Cartagena, don Bernardino Pérez, don Pepe Portes, don Pepe Gómez y varios más que allí estaban

Al oír decir en esa reunión al coronel Toribio Ramírez que él con los guardias nacionales que tenia la honrar de mandar, le pondría a los haitianos la más formidable resistencia. ¡Exclamando poniéndose de pie y dijo en alta y viril voz: “ pues yo, en nombre de la guardia nacional y el pueblo de La Vega, me pronunció por la República Dominicana. ¡Viva la República Dominicana! ¡Viva la Libertad! ¡Viva la Religión! ¡Separación de los haitianos o muerte!”

Oficiales haitianos presentes; Capitán Phillipeau, Teniente Nuelo, Teniente Juan Francisco Guillermo y otros más que integraban la Guardia Nacional, se adhirieron a la causa dominicana con decidida lealtad.

En ese instante, Juan Evangelista Jiménez dice “¡LA BABDERA ANTE TODO!, nombrándose en lo inmediato una comisión conformada por; el padre José Eugenio Espinosa, don Pepe Tavera, don Pepe Portes, Juan Evangelista Jiménez y Juan Álvarez Cartagena, quines salieron del Ayuntamiento, hasta la residencia de Las Hermanas Villa del Orbe.

Que al entregar el lienzo Patrio, ideado por el fundador de nuestra nacionalidad Juan Pablo Duarte, las heroínas veganas, expresaron; “¡veganos: esta es la Bandera Dominicana de la naciente República, en sus manos la ponemos; defendedla y cuidadla con el mismo amor y entusiasmo con que nosotras la hemos confeccionado, guardado y entregado”. Palabras de Manuela Villa del Orbe (nenita)

Las palabras de las señoritas Villa fueron contestadas galantemente por el abogado don Pepe Tavera. Ya en la esquina del ayuntamiento, situado donde en la actualidad se levanta el edificio del entonces aristocrático Casino Central (en estado de ruina hoy en día), fue izada la bandera de la Patria, acariciada por el sol, besada por la brisa por primera vez en el Cibao, el 4 de marzo de 1844, bajo el cielo azul vegano.

Don Federico García Godoy, en su obra Rufinito; dice “La venida al cibao de Juan Evangelista Jiménez, el ardoroso patriota, fue para los veganos, como la de un Mecía, larga y ansiosamente esperado. El audaz y fervoroso propagador de las ideas separatistas los contagió con su hondo e impetuoso entusiasmo.

Prendió con sus espíritus el fuego anunciador de próximas e inevitables redenciones. Los confortó y vigorizo para la lucha que se avecinaba. No faltó uno que otro pesimista o tímido, pero el momento no era favorable para que prosperasen augurios siniestros; en aquel ambiente de cálido patriotismo, se empequeñecía hasta esfumarse, falto de pábulo, cunado se enderezaba a separarse de las esperanzas que a manera de visiones luminosas, contemplaba cada cual en cercanos horizontes.

Dada de ahí la correspondencia sostenida por dos o tres de los Dones con los principales trinitarios y su conocimiento de la marcha a de los trabajos separatistas, circunstancia que, en gran parte determino la cariñosa adhesión de algunos de ellos a los hombres del 27 de febrero.

Ellos o la mayoría de ellos, veían en Duarte la figura principal, el prestigio más alto, el símbolo viviente y radiante de la recién conquistada Independencia. Por lo expresado, Duarte era para los veganos el ideal supremo, el soporte de la nacionalidad

Ubaldo Solis
usolis4587@gmail.com
ubaldo.lv47@hotmail.com
VEGANISIOMO www.lacomunidad.elpais.com/usolis4587
EL SOLITARIO DE LA VEGA www.lacoctelera.com/uval
DESDELAVEGARD http://www.desdelavegard.blogspot.com/

: Fuentes Consutaldas
La Vega Histórica, de Jovino R. Espinola, volumen 1,
Ediciones Fedilibro, 2005
Historia de la Concepción de La Vega, de Guido Despradel Batista,
Imprenta La Palabra, La Vega, 1938,
Resplandores de Gloria, de Carmen Lara Fernández, Editora Montalvo, Ciudad Trujillo, Rep. Dom. 1945,
José Grabiel García, Compendio de Historia de Santo Domingo, T, II
Resplandores de Gloria,
Rufinito, de Don Federico García Godoy,
Cuaderno, La Concepción de la Vega y Las Gestas Liberadora de
Cesar Arturo Abreu Fdez. Enero 2003, Impresora Universal, La Vega,

2 may 2010

Un artículo de Juan Bosch en el día de las madres

Un artículo de Juan Bosch en el día de las madres

Por Juan Bosch
Este artículo del profesor Bosch que reprodujo la Revista ¡AHORA! En su edición No. 498. 28 de mayo del 1973, Pág. 2 al 4. Fue publicado hace ya una década con el titulo ´´ La madre en el Drama Histórico de la Isla´´. Al momento que fue escrito parecía que los sufrimientos de la madre dominicana habían encontrado un dique esperanzador. ¡Cuanta equivocación!
De ahí que este se un documento que conserva toda su vigencia, toda su vitalidad y belleza
Y que merezca volverse a publicar y volverse a leer.

Hoy es Día de las Madres. Lo celebramos el último domingo de mayo y deberíamos hacerlo el primer día de la primavera, cuando la tierra entra en una nueva etapa de fecundidad; cuando el mundo en que vivimos da de sus entrañas todas las fuerzas ocultas que Dios ha puesto en él para que pueda ofrecer al hombre los mejores frutos, las flores más bellas, las mieles más ricas y los cantos más armoniosos de las aves.

En la religión católica de nuestro pueblo, la madre es María, la virgen de los siete dolores. Y está bien que sea así porque salvo el momento en que ve nacer el hijo y oye el primer grito, cuando la alegría de haber traído al mundo un a nueva vida la embarga como una copa de licor divino, la madre siempre sufre; sufre el dolor físico del alumbramiento y sufre todo la vida el, dolor del miedo a que su hijo se enferme o no sea un hombre bueno que ella espera o no resulte tan inteligente como desearía y sufre cada hora la anticipación de la muerte de su criatura.

Con los siete puñales del dolor clavados en su corazón, la madre de Jesús es el símbolo de la madre cristiana, y es por tanto el símbolo de la madre dominicana.

¿Quién ha sufrido más que esta madre dominicana? sufrió cuando era india y llegaron los conquistadores españoles y echaron perros bravos al monte para cazar al hijo indio, y cuando tuvo hijo español y lo vio partir a la guerra para salvar al país de los piratas; sufrió cuando ya no era ni india ni española, sino mestiza y con la llegada de los esclavos, a quines los amos arreaban a latigazos, comprobó que había razas sometidas y la suya era una de ellas; y sufrió cuando era madre esclava y veía nacer al hijo condenado a la esclavitud, o cuando fue negra libre y tuvo hijo del español y supo que ese hijo no seria bien querido porque nunca sería de la raza pura de su padre.

La madre dominicana sufrió cuando los bucaneros se metieron tierra adentro disparando sus arcabuces y tomando presos a los pobladores; sufrió cuando el rey de España ordenó que se dejaran despobladas las ciudades del Oeste y del Norte y ella tuvo que hacer a pie, junto al hijo, los largos caminos hacia la capital; sufrió cuando sus hijos tuvieron que ir a la guerra para reconquistar la Tortuga y para echar a los franceses hacia el mar y sufrió mucho más cuando llegaron los días de las guerras sociales en Haití y cuando los haitianos entraron en la parte española y pasaron a cuchillo poblaciones enteras en Santiago, en Moca, en Cotui y en la rutas Sur.

Cuando los hombres combatían en Palo Hincado, cuando el hambre mataba a los sitiados de la Capital, cuando se luchaba, en fin, para volver hacer española la colonia que había caído en poder de Francia, fue ella, la madre dominicana, la que vio a los hijos partir hacia las batallas y enflaquecer hasta la muerte en la ciudad sitiada.

Para hacer la patria, entre 1844 y 1845, ¿quién dio hijos si no ella? ¿Quién quedaba con el corazón atribulado cuando los hombres iban a combatir a Azua o Santiago? ¿De dónde habían salido los que cayeron en Las Carreras y en Beller si no era del vientre de la madre dominicana ¿ Y por dónde rodaban a chorros las lagrimas cuando al poblados lejano, al campo perdido, llegaba la noticia de la muerte de un combatiente, si no era por las mejillas secas de la madre?

La madre dominicana llevó sobre su alma el peso de la guerra cuando los españoles volvieron al país traídos por Santana y el pueblo se sublevó en Capotillo y comenzó aquella lucha sangrienta contra los que habían sido portadores de la civilización cristiana para sembrarla en nuestro suelo y en esa nueva ocasión eran ocupantes extranjeros de una República que a lo largo de once años había luchado en los valles y las lomas de la frontera y en las aguas del mar para que sus hijos fueran dueños de su patria.

Mientras los hombres se mataban en Guanuma, en Puerto Plata, en el Canal de Paya, en los arenales de la Línea Noroeste, la madre dominicana esperaba en el bohío o en la casa de yaguas del pueblo que el que le llegara la noticia de que el hijo había caído en la batalla

Madre adolorida como la nuestra, ninguna; madre con el corazón deshecho por la angustia como la de nuestro pueblo, ninguna. Pues llego la hora en que la bandera española se fue alejando mar afuera, pero los dominicanos, para defender su República, siguieron matándose entre sí; y se mataban un día y otro, un mes y otro, un año y otro, hasta que el brazo fuerte de Ulises Heureaux impuso la paz: sólo que la paz fue obra de crimen y con el crimen llego el miedo a sentarse en el lumbral de todos las puertas y entonces la madre sufrió de miedo y en cada pisada que sonaba en la noche creía ver llegar a los que iban en busca del hijo `para fusilarlo en el cruce de dos caminos o para cencerrearlo por vida en una cárcel pestilente o para llevarlo a la fuerza a servir en los cuarteles

Madre dominicana, árbol del sufrimiento, ¿quién iba a decirte que el cadáver del tirano, caído a tiros en Moca, iban a salir los infiernos de la guerras civil? Pero salieron, y durante diecisiete años de espanto viste a tu hijo irse a los combates y miles de veces no lo viste volver y nunca supiste en qué perdido matorral quedó su cuerpo con una vena rota por donde la sangre que tú le diste había salido a chorros llevándose la vida que tú creaste para que fuera útil y hermosa

Madre adolorida, esta República descansa en la base misma de tu corazón; está nutrida por tu dolor, por el dolor que padeciste cuando la Infantería de Marina Norteamericana se adueño de esta tierra y se llevo a tu hijo a empujones para que no protestara por el atropello que le habían hecho a la patria
Está nutrida por el dolor de siglos, sobre el cual apenas es una luz lejana el recuerdo de algunos días de paz perdidos entre los muchos días de padecimientos

Tras unos días de paz, cuando la bandera de la cruz hubo flotado en los cielos donde flotó la de las barras y las estrellas, cayó sobre ti el espanto; cayó como una ave de piedra en cuyos ojos fulguraba el crimen; cayó y se posó sobre la República y la cubrió de la costa a la montaña, del mar al río, de la arena al árbol, de la calle al nido.

¿De donde vino Rafael Leonidas Trujillo, llama oscura, fuego ardiente y sin luz, señor de la maldad? ¿Porqué asesinó a tu hijo en los bosques, por qué lo torturó en la Cuarenta, por qué hecho sus despojos al mar, por qué lo lanzó al exilio?¿Cómo se explica madre dominicana, que tu alma pudiera resistir tanto tormento y no estallara? ¿Quién podrá decirnos por qué no se secó tu vientre; debido a qué milagro seguiste dando hijos para que la tiranía los triturara?

Hoy recuerdas con horror los días en que a las hora de la comida tu hijo tardaba y a ti se te encogía el alma pensando si no había caído en manos de los esbirros; las tardes en que rondaban por tu casa caras desconocidas y esa noche el hijo que había salido a pasear con los amigos no volvía a la hora acostumbrada y tú no podía dormir loca de sufrimiento y temblaba a cada ruido esperando la peor de las noticias

Madre dominicana, ¿cómo pudiste resistir treinta y dos años de crimen? Treinta y dos es demasiado tiempo para sufrirlos con una lanza clavada en el corazón. En esos treinta y dos años, todos los días fueron de sangre y todos las noches fueron de pavor; y tú pudiste padecerlos es porque la resistencia de tu alma es infinita

Ciertos pueblos antiguos construían sus viviendas sobre el cadáver de un niño. Los cimientos de la patria dominicana están hechos sobre el dolor de la madre. No han sido los que caído en los combates ni los torturados en las prisiones ni los fusilados en la noche ni los echados al exilio lo que más han sufrido; ha sido ella, las madre, la que siempre espera porque siempre ama, la que tiene en el pecho una fuente inagotable de ternura y a la vez una llaga de miedo que jamás se cierra

En este Día de las Madres debemos consagrar una hora a ella; a la madre de todos, a la que cada día pasa por nuestro lado sin que sepamos su nombre; a la que ya murió y a la que aún vive. No pensemos sólo en la nuestra, en la que nos llevó en su entraña y nos cobijó con su amor.
Esa es siempre la más bella aunque sus rasgos sean toscos; la más joven aunque tenga ochenta años y peine canas; la más saludable aunque esté en lecho enferma: la más alegre aunque el sufrimiento la haya deformado; la siempre viva aunque haya muerto

Pero la otra, la de todos, la madre del sufrimiento dominicano, la madre que dio hijos para que hicieran patria y lo dio para la guerras civiles los dio para restaurar la República y los dio de nuevo para que los caudillos los enviaran a la muerte; la madre dominicana que parió víctimas para la tiranía. Ésa es la raíz misma de este pueblo, la fuente de su vida y tal vez la única razón de su existencia
Sea para ella nuestra veneración.

Pero nuestra preocupación debe ser para la madre pobre; la que en los ranchos de las ciudades y en los bohíos de los campos, a la luz de la jumiadora o de la lámpara, ha estado junto al catre o junto a la barbacoa del hijo enfermo, vigilándolo con ojos endurecidos por el trasnoche y rogando a Dios de las alturas, con palabras atravesadas por el dolos, la salvación del enfermito

Nuestros pensamientos son hoy, Día de las Madres, para ésa que se levantó atormentada, buscando con ojos sin sentidos en los rincones de la vivienda algo con que hacer comida para sus hijos. Los hijos del hambre que ella trajo al mundo con tanto amor como la señora encopetada, pero desdichadamente sin la comodidad de la señora encopetada

Madre dominicana pobre, fuente del sufrimiento, flor de lágrimas: tus hijos duermen sin sábanas, tus hijos se levantan desnudos y pasaran el día desnudos o vestidos de harapos; tal vez tus hijos no comerán el día de las Madres. Pero ten la seguridad de que miles y miles de dominicanos eran y luchan para que en esta tierra que te debe tanto amanezca un día la justicia sentada en la loma más alta y en el bohío más humilde, con las dos manos llenas del pan que te has ganado con tu dolor en todos los años de nuestra historia.
Que el Señor te desdiga en este día, madre dominicana

Recopilada por
Ubaldo Solís Ureña
Para VEGANISIMO y DESDELAVEGARD
La Vega.



LA RIMA DEL DOLOR.
Escrito por Lorenzo Despradel (Muley).

La tristeza me hiere… estoy vencido!
Todos los huracanes de la vida,
Todas las tempestades que anonadan
A la humana existencia, me han herido:
Y ya la fe, cual tímida paloma
Plegó las alas y voló muy lejos!

Las mustias soledades de mi alma
---estepas solitarias donde albean
Como lirios de muerte los pesares,
Donde las rosas del dolor se agostan----,
Son extrañas cavernas donde rugen
Como enjauladas fieras, locas ansias
Y quimeras informes…..

Hacia donde
Iré en la noche que me cerca airada,
Con implacable furia de tormenta?
En dónde hallar el bálsamo que cure
Las heridas profundas que me hicieron
Los dardos del dolor y de la duda?

En las estepas solitarias, tristes,
De mi existencia combatida y ruda,
Se yergue un Himalaya de pesares
En cuya cima vive el desencanto.

Si ruge la tormenta ---- y siempre ruge ---
No brilla ni un relámpago que alumbre
La oscuridad inmensa de mi vida.----

No tengo del pasado…… ni un recuerdo!
De mi cerebro, cual de estéril roca,
Brotan las aguas de un Leteo siniestro
Que se lleva mi dicha entre sus ondas….

He de vivir como Procusto, siempre
Herido, maltratado sobre el lecho
Maldito de la vida que me agobia,
Sin columbrarse un rayo de esperaza
Sin alcanzar la dicha con que sueño?

Mi corazón…., mi corazón! Quién sabe!
Si no es un corazón lo que en el pecho
Se agita y se conmueve cuando sufro,
Sino un ave soberbia que aletea
Sintiendo la nostalgia de las cumbres,
Ansiosa de volar hasta las nubes!
Una roca tan sólo, único albergue
la queda a mi existencia combatida:
una roca más, gigante, altiva,
Invencible, granítica, gallarda,
como un diamante colosal erguido
en medio de los cielos y los mares…..

Sobre esa roca que se llama Orgullo,
Y que es un ararat en el diluvio
De dudas y pesares que me agobian,
Vuelan palomas blancas: mis desdenes:
Y vuela un ave negra: mi desprecio!


NOTA.
Aparecida en la obra “Nuestra Poesía” (CULTURA DOMINICA)
De Rafael Emilo Sanabia, pag. 61 y 62
Editorial La Información, C por A
Santiago, 1944, con motivo del primer centenario de la República








Julián Lorenzo Despradel Suárez (Muley), visto por Guido Despradel

Julián Lorenzo Despradel Suárez (Muley), visto por Guido Despradel
Fuente: Dr. Guido Despradel Batista, artículo publicado por primera vez, en Renovación, el 28 de julio de 1937, en La Vega, y reeditado en el Volumen I, Obras de Guido Despradel Batista, compiladas por el Prof. Alfredo Rafael Hernández, Archivo General de la Nación, Volumen LXXXV, Santo Domingo, 2009, pps. 287 al 291.
Guido inicia este artículo dedicado a su pariente, dice “de mi pluma no recibirá el excitante himno de la alabanza, pero sí el exacto reconocimiento de la justicia. No seré para él incensario; por deber, por amor y por honra, ante él me prosterno, e hincado sobre el resguardado cofre de mi gratitud, rindo eterna admiración a su memoria” añadiendo. “Presentaré su vida sin juzgarla; no quiero que el cariño me haga justipreciarlo, ni mucho, menos que el freno de la modestia me haga cometer con él una injusticia”.
Julián Lorenzo Despradel y Suárez, así fue nombrado al declararlo ante el oficial civil de esta ciudad, José Rafael Gómez, su tío San Julián Despradel y Carlos. Nació en este pueblo de La Vega, el día seis de septiembre del 1872 y murió a los cincuenta y seis (56) añoso de edad, en la ciudad de las piedras históricas (Santo Domingo), el día veintiocho (28) de julio de 1928.
Hijo legítimo de Anacleto Despradel, alías (Estín), y de Desideria Suárez, sus ascendiente más lejanos fueron de orígenes diversos, pues los padres de su padre, Juan Luís Despradel y Catalina Charles, procedían de Gonaïves, Haití, y el padre de su madre, Ramón Suárez, era nacido en el sur de los Estados Unidos de Norteamérica, cuando la madre de Desideria, de apellido Suárez, era oriunda de las caldeadas regiones noroestanas de esta isla.
En la mansedumbre eclógica de esta villa de la Concepción discurriendo los primeros años de sus vida. Alegre, buscador de pendencias y distracciones propias de la infancia, fue u espíritu batallador y rebelde que no se avenía con la despótica disciplina que le imponía en los duros bancos de la escuela; y así, no fue muy asiduo a asistir a ella y como el pajarito noble y libérrimo aspiraba la verdad de la vida el encantador paisaje de la naturaleza.
Muy pequeño aún, y por serios quebrantos que minaban la salud de su padre, fue a residir con su familia a los predios lejanos de Dajabón. Y allí recibió sus primeras enseñanzas de labios del cubano Eugenio Aguilera, quien al poco tiempo, y cuando él apenas frisaba los nueve años, lo entregó a su madre diciéndole; Desideria, todo cuanto sé se lo he enseñado al niño”.
Volvió de nuevo a su lar nativo en compañía de su padre cave vez más enfermo, y del venezolano querido y culto señor Pardo recibió alguna instrucción, para después entrar en la escuela que dirigía el puertorriqueño, González en donde fue su maestro don Miguel Casimiro de Moya (don Bimbo).
Su predilección y su amor se encaminaron siempre hacia las bellas letras; y muy especialmente hacia las lides brillantes del periodismo. Impedido por esa noble y relevante obsesión preparaba periódicos manuscritos que hacía circular entre los vecinos de este pueblo; y en esta tarea periodística rudimentaria tuvo como buen camarada a nuestro lírico insigne Bienvenido S. Nouel y Bobadilla.
Esta entusiasta labor espiritual no le hizo olvidar que era necesario ayudar a su familia con el trabajo de manos. Trabajó en la imprenta de don Pedro Bobea y más tarde en la casa comercial que dirigían en esta ciudad don Horacio Vásquez y don Rosendo Grullón.
Espíritu inquieto y liberal, y enamorado ferviente de la libertad y de la justicia, chocó con los anacronismos y concupiscencias reinantes en aquella época. Y así, al ganarse la ojeriza del gobierno provisional de entonces, sus familiares, para evitar reveses y contratiempos, lo enviaron a Guayubín para que estuviera al lado de su hermano mayor Fidelio, Allí, en aquellas regiones de la Línea, fue maestro de escuela, secretario del comandante de Armas y secretario de la Alcaldía.
Cuando se sentía asfixiado en aquel ambiente tan estrecho, alcanzo a oír la voz de Martí, el apóstol brillante, quien predicaba vehementemente por la merecida libertad de un pueblo hermano. Cuando el iluminado de Dos Ríos, apoyado en el brazo formidable de Máximo Gómez, preparaba la expedición que daría libertad y honor a Cuba y gloria a muchos hijos de Quisqueya. Lorenzo Despradel residía en Montecristi y tenía como a su compañero inseparable a Panchito Gómez, hijo heroico del ilustre banilejo.
Estos dos iluminados adolecentes no pudieron formar parte de la expedición organizada por Martí y por Gómez, pues el recio caudillo de Mal Tiempo los excluyó diciéndole “No, ustedes no pueden andar en esto”. Partida la expedición regresaron a La Vega. Y aquí, en casa solariega de Lorenzo, que con cariño era de ambos, y debajo del conservado mango aún querido, (se refiere el G.D.B. a una frondosa mata de mango, que había en la casa de de los padres de Lorenzo Despradel en esta ciudad de La Vega) planearon la partida hacia la manigua épica y gloriosa.
Panchito partió primero, Lorenzo no se hizo esperar en la cita. Después de burlar el recio espionaje español en Haití, simulando ser un negociante en tabaco, logro embarcarse y pisó tierra cubana por las costas de Santiago de Cuba. Pero la manigua no permitió que ambos amigos se volvieran a ver; Panchito, ayudante del perínclito Antonio Maceo, “cayó junto con él en la fatal encrucijada de Punta Brava”.
Como simple soldado comenzó a luchar bajo el mando directo del Generalísimo, fue después subteniente, más tarde capitán y su secretario particular, y al terminar la Guerra Emancipadora lucía el grado de Comandante del Ejército Liberador.
Consumada la obra redentora, olvidó las marcialidades de la manigua, y sirvió a Cuba cívicamente, ora desde el desempeño de un cargo público como desde las columnas de la prensa predicando honor, cordura, honradez y dignidad.
Fue un fiel servidor del ideal republicano y de la causa noble del generalísimo. Como lo ha dicho un escritor “En la Quinta de Los Molinos él fue un oficial más íntimamente vinculado al pensamiento y a las ejecutorias del gran caudillo victorioso”, y al decir del cubano Francisco Gómez del Toro, de la Academia de la Historia de Cuba, “siempre se conservó adicto al general, aún en los difíciles momento de la Asamblea”.
En la hermana Cuba, formó parte filas en el Partido Libertad y desde las columnas del diario La Opinión, el cual dirigía, realizó una labor fuerte y efectiva a favor de sus ideales políticos. Y como dijo en los días de su sentida muerte un periodista capitalino.
“ Todavía se recuerdan en La Habana algunos de esos trabajos políticos, en que su pluma se inflamaba en apóstrofes y anatemas fulminantes, flagelando a los adversarios, como aquel famoso “ Ecce Homo”, donde retrató moralmente al general José Miguel Gómez, desnudándole ante la opinión pública y pidiendo al descubierto sus errores y sus lacras.”
Sus servicios a su Patria también fueron de valor apreciable. Luchó por darle libertad, dignidad y justicia. Ante la opresión de Ulises Heureaux preparo en Cuba, en compañía del coronel Piedra y de Berges, una expedición para restablecer en su pueblo de origen el decoro ciudadano. Pero esta expedición fue detenida en el puerto de Gibara y no pudo realizar sus propósitos reivindicadores.
Caído Heureaux, viene al país y coopera en el gobierno del Presidente Jiménez, para después volver a Cuba para seguir luchando por sus principios de liberalismo. Entronizado Machado, regresa a Santo Domingo para dedicarse todo entero a su labor periodística. Estuvo frente a la intervención Yanquis, y con el seudónimo de Hatuey (no fue Hatuey el seudónimo usado por Lorenzo Despradel, sino el de Muley), publicó artículos en la prensa habanera combatiendo la injusticia usurpadora de los marines del Tío Sam
Colaboro en El Liberal, en El Día, en El Tiempo, fue redactor principal de La Cuna de América, director del Renacimiento, redactor del Diario Las Noticias, y en el Siglo, con sus Puños y Regatones; escribió con el seudónimo de Crispín, realizó la labor periodística de carácter humorístico más original, popular e ingeniosa que se haya realizado en el país. ( según lo manifiesta el Dr. Joaquín Balaguer, en su obra la Historia de la Literatura en la República Dominicana, el cual lo considera como una de la más grandes plumas de la nación dominicana, el cual los dominicanos no lo han valorado)
Al terminar su artículo sobre la vida de Lorenzo Despradel Suarez (Muley), expresa “No soy yo quien deba pronunciar un juicio sobre su labor literaria, ni mucho menos quien esté llamado a hacer el panegírico de su vida noble, honrada y fecunda”.
Pudo haber publicado muchos volúmenes, y no lo hizo. Es de lamentarse. Su labor literaria anda desperdigada entre diarios y revistas, y solamente publico en La Habana dos folletos, uno de ellos con el título de LA FALCEDAD DE NUESTRO ORIGEN LATINO; y aquí en La Vega, en la colección de autores nacionales que dirigía Federico García Godoy, apareció otro intitulado PAGINAS, , (sobre este folleto, quien redacta este histórico articulo del Dr. Guido Despradel, sobre Muley Despradel, conserva un ejemplar de esa primera educción, de la editora el Día, bajo la dirección de Emilio García Godoy , de 1918), Inédito aún están “ LA GARRA DEL AGUILA”, estudio crítico sobre el imperialismo Yanquis, y LOS DOMINICANOS EN LA GUERRA DE CUBA” obra de gran valor histórico en la cual todo el amor y devoción de sus últimos años. Sirvió a la libertad, al arte y a la República y por ellos puede llamarse hombre, artista y héroe.
Remembranzas de la Ciudad de La Vega, a principio a final del siglo XIX e inicio del XX
Esta consideraciones sobre La Vega, de
Rufinito, fue la primera novela de tema patriótico de Don Federico García Godoy lanzó al inmenso valle de la literatura mundial, la primera edición fue en 1908, por la Imprenta La Cuna de América de Santo Domingo y la segunda en 1912, prologada por Federico Henríquez y Carvajal

La Vega, se asienta altiva y majestuosa, al pie de las colinas cubiertas de pinares enhiestos que forman por ese parte los primeros escalones de la hilera central, agrupación orográfica importante en que irguen sus cimas cubiertas de nubes los más elevados montes del núcleo antillano. A sus pies, sosegado y pintoresco, corre su río, que parece rodearla, como si quisiera mantenerla estrechamente en perenne y amoroso abrazo.
Y casi por todos lados, hasta perderse en los confines brumosos del horizonte lejano, se dilata ante ella la llanura ubérrima, el inmenso valle que abarca la porción más próspera y poblada de las vastas y ricas comarcas cibaeñas. De su albas radiosas y de sus espléndidas puestas de sol fluye una poesía solemne, a veces suavemente melancólica.
Mensajera de salud, la brisa que con frecuencia la acaricia viene cargada de las emanaciones resinosas de los cercanos pinares, y en las tardes limpias y serenas, a la hora en que empieza a apagarse el incendio del poniente, el apacible y eterno murmullo que sube de su río semeja el himno que rememora melancólicas tradiciones de la extinta raza aborigen, remembranzas de la ciudad tranquila e indolente de tiempos ya lejanos, y fulguraciones épicas de sus hechos gloriosos
Su origen histórico tiene intima conexión con el gran Almirante. Como un nuevo y temible jalón puesto en su marcha conquistadora, fundó Colón en su dominios del cacique Guarionex el fuerte de la Concepción, my alrededor de éste, como buscando su egida protectora, fuéronse agrupado las viviendas hasta construir la renombrada ciudad (de La Concepción de La Vega) que poco después destruyó de cuajo violenta convulsión sísmica
Algunos de los sobrevivientes de la catástrofe se corrieron hacia el sur, lugar en que estaba emplazada una ermita, y junto a ésta fue lenta y pesadamente floreciendo la ciudad actual, que durante más de dos centurias, arrastró existencia lánguida y perezosa, sumida en enervarte indolencia, sin experimentar fuertes emociones, satisfecha de su vida puramente vegetativa amenizada con frecuencia por lucidas celebraciones de fiestas religiosas y por diversiones sencilla e inocentes
En esa agradable somnolencia la sorprendió el Siglo (XIX), tan fecundo en hechos resonantes y decisivo para la antigua Española. Su despertar fue rudo y trágico. Por sus calles pasó, huracán de sangre, ola negra y monstruosa, representación viviente y macábrica de horrores apocalípticos, la horda feroz que rota y maltrecha ante los muros de la Capital, en su vergonzosa retirada, exasperada por la derrota, se vengaba pillando e incendiando poblaciones inermes, sin medios ningunos de defensa.
Casi todos sus moradores fueron arrastrados por la ola devastadora, y en horrible mezcolanza con cerdos y animales de cargas, llevados a las gemonías haitianas o a servir de esclavos a Cristóbal, el cruel y grosero rey de melodrama.
Poco después, Sánchez Ramírez, el esforzado cotuisano, impulsado por un sentimentalismo atávico, buscó y encontró en ella leales colaboradores para su obra reconquistadora, ingente y equivocado empeño de un alma llena de encendido amor por la viejas tradiciones españolas
El gobierno de Ferrand, fue, sin disputa, infamante más culto y civilizador que el de la España boba. Por causas que fácilmente se explican por ser el hecho de índole local peculiarísima, se completó en esos días el curioso espectáculo de que mientras desde el antiguo imperio azteca hasta los limites extremos de este continente se comenzaba la lucha emancipadora de España, en Santo Domingo se combatía bravamente por la m reincorporación a la vieja metrópoli.
Que hacía algunos años había cedido el país a Francia como se cede una cosa que ya no tiene para su dueño valor e importancia. Obra inspirada por un sentimiento de puro tradicionalismo, la revolución reconquistadora representa, para quien serenamente la estudia, un paso hacia atrás, un salto regresivo de funestas consecuencias.
La administración de la España boba, tocaba la asombrosa inercia, estacionaria y rutinaria hasta lo increíble, sólo sirvió para destruir los gérmenes reconstructivos y civilizadores que esparció con mamo pródiga la efímera dominación francesa. En semejante terreno era imposible que se consolidase la obra noble y prematura del ilustre Núñez de Cáceres. Esta resultó ¡ironía cruel del destino! Como el puente fabricado para pasar fácilmente de la España boba, vegetativa y nirvánica, a la férrea y ominosa dominación haitiana
Las aclamaciones del Conde resonaron también con entusiasmo en La Vega. Los febreristas encontraron en ella un pueblo en todo dispuesto a ayudarlos cumplidamente en su grandioso propósito. En La Vega lució, hecha por sus hijas las señoritas Villas, la primera bandera nacional que flameó el Cibao. Comandado por su bizarro coronel Toribio Ramírez, los veganos contribuyeron grandemente a la espléndida victoria del 30 de marzo.
De paso para Santiago, tuvo en La Vega entusiasta acogida el egregio fundador de la ´´ TRINITARIA´´. Los contingentes de tropa enviado ella se distinguieron de manera brillante en Beler y en la Sabana Larga. En los comienzos de la guerra de la Restauración de la República, en los días en que Santiago se preparaba a convertirse en inmensa pira para servir de holocausto propicio a la causa nacional, un grupo de veganos, en su mayoría casi desarmados, asaltó en la noche del 27 de agosto la veterana guarnición española de la plaza, siendo rudamente rechazado.
El más arrojado de ellos, Basilio Gil, al abalanzarse sobre un cañón, murió en el trance cosido a bayonetazos.
La guerra civil purpuro después a menudo sus calles. Ha estado siempre de parte de todas las causas nobles y justas. Defendió con tenacidad y heroísmo la administración del insigne patricio Ulises Francisco Espaillat y figuró en la primera línea en la protesta armada por el falseamiento de las elecciones presidenciales de 1886
Desde hace tiempo sus energías se encausan para mejoramiento general, exclusivamente entregada a las luchas ennoblecedoras y fecundas del trabajo. Por medio de éste ha ensanchado y transformado ventajosamente su caserío; ha operado un sorprendente cambio en muchos de sus aspectos sociales, y va caminando, lenta pero solidariamente, a la conquista de un envidiable grado de racional y efectivo progreso.