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10 dic 2011



Blog detalle

JOSÉ F. RAMÍREZ

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Sobre mí

Un hombre comun y corriente, enemigo de los dogmas, militante de la paz y perenne voz que clama en el desierto.
(Lo bueno y lo malo de Bosch..que no fue un santo)
Ante el colosal conúndrum que el país enfrenta en estos días y los intentos, por parte de la canalla que nos gobierna, de cubrir su desnudez moral invocando el nombre, cuasi santificado, del Profesor Juan Bosch, creo que se hace obligatorio "remenear los altares" para que se caigan algunos santos.
El papel del Profesor Bosch ha sido "beatificado -convenientemente- por los depredadores que han substituido a los viejos tiburones dictatoriales con el cardumen de pirañas pseudo-democráticas cuya voracidad amenaza con dejar en el hueso el cuerpo de la Patria, tergiversando hechos históricos y soslayando acciones y actitudes boschistas que apuntan, totalmente, hacia el lado contrario de la santidad. Veamos:
Bosch no fundó el PRD. Esta paternidad le corresponde, históricamente, más que a nadie, al Doctor Juan Isidro Jimenes-Grullón.
El 5 de junio del 1961, en medio de la despiadada represión trujillista, arriban al país Ángel Miolán, Nicolás Silfa y Ramón Castillo. Bosch permanece, a buen resguardo, en el extranjero y sólo regresa República Dominicana cuando considera que tiene un buen margen de "seguridad personal". Una de sus primeras acciones fue acuñar la frase "borrón y cuenta nueva", que tanta impunidad ha brindado a los viejos y nuevos trujillistas.
Posteriormente, cuando se inicia la lucha en contra del golpe de Estado del 1963, reclamando el retorno a la constitucionalidad sin elecciones, el Profesor Bosch llama a la calma y pide que por su causa "no se derrame una gota de sangre", mediatizando así, significativamente, el impulso de la lucha.
Al estallar la Guerra de Abril del 1965, Bosch arenga, desde Puerto Rico, a combatir el Triunvirato mientras rehúsa regresar a su país, a pesar de los viajes hechos a esa isla para convencerlo y de que la lucha constitucionalista se había transformado en Guerra Patria debido a la invasión extranjera encabezada por Estados Unidos. En octubre de ese año, luego de instalado el gobierno provisional de García Godoy, es cuando Bosch decide regresar a suelo dominicano.
Las elecciones del 1966 son marcadas por una agresiva actitud militar -con apoyo americano- contra las fuerzas democráticas, y una caravana perredeísta es tiroteada a la entrada de La Romana, lo que provoca que Bosch se refugie en su casa de la avenida Independencia, en la ciudad capital, y que prácticamente no vuelva a salir de su hogar, limitándose a pedirle al pueblo que acuda a votar llevando palos y piedras.
El cuatrienio 1974-1978 Bosch lo dedicó a construir el PLD sobre la base de hacer oposición a un partido que no estaba en el poder, el PRD. Desde entonces les inoculó a los dirigentes y miembros del PLD un odio enfermizo hacia el PR
La "victoria" de Balaguer (que en el infierno esté por toda la eternidad) en esas elecciones abrió el camino para el regreso y consolidación del neotrujillismo en el gobierno y a uno de los capítulos más sangrientos de la represión en nuestra historia republicana, donde caen abatidos jóvenes oposicionistas y conocidos combatientes revolucionarios a un ritmo aterrador.
Y mientras Roma ardía, Bosch se dedicó a escribir...... en Benidorm, España.
Ya en el 1970, y con la represión in crescendo, el Profesor se limita a calificar las elecciones de ese año como "un matadero electoral".
En 1972 se agudiza la represión con la puesta en acción de la tristemente célebre Banda, creación del general Enrique Pérez y Pérez, y mientras Bosch sigue fuera del país, escribiendo, el joven José Francisco Peña Gomez pacta alianzas tácticas con diferentes grupos de izquierda y azuza a la población  - a través del programa radial Tribuna Democrática - a movilizarse para enfrentar los desmanes del gobierno, creando una situación difícil de manejar por Balaguer.
Bosch regresa al país y "villega y to' el que llega" está a la expectativa de su primera alocución por "Tribuna". El pueblo estaba esperanzado en recibir la orden del líder de, justicieramente, "pegarle fuego a la lata".
Para sorpresa, y decepción de muchos, el tema de esa esperada alocución fue: “El robo que se estaba cometiendo en la cementera”.
Después, los sucesos provocados por la expedición guerrillera del Coronel Caamaño nos llevan a un Bosch que insistía en negar la presencia del legendario revolucionario en el país. Incluso cuando fue apresado y fríamente asesinado, Bosch se empeña en decir que el cuerpo exhibido por el gobierno de Balaguer, como un trofeo, no era el de Francisco Alberto Caamaño Deñó.
Cuando no pudo negar más lo evidente, entonces Bosch se inventa la falacia de que al Coronel de Abril lo habían asesinado en otro país y que su cadáver fue traído su cuerpo congelado al territorio dominicano con el fin de implicar al PRD en una aventura guerrillera.
Es también en ese año cuando, bajo el pretexto de "limpiar de garrapatas al buey que mas jala" (PRD), inicia una serie de alocuciones por Tribuna donde denuncia  - con pelos y señales - a un sin número de cuadros revolucionarios (muchos de los cuales se habían visto obligados a la clandestinidad) que, consecuentemente, son detenidos o caen bajo las balas del terror balaguerista. Esa acción del entonces líder del PRD llevó a algunos grupos de izquierda a proclamar con justa razón: "Bosch los denuncia y Balaguer los mata".
A finales de 1973, renuncia del PRD, por diferencias con José Francisco Peña Gómez y otros dirigentes, y funda el PLD. Aunque para entonces Bosch se definía como marxista no-leninista en cuanto a su visión de los temas económicos, sociales y políticos, en las estructuras internas del PLD se guió fielmente por la concepción de Lenin sobre un partido de cuadros profesionales y organismos verticalmente dirigidos. El autoritarismo se dismulaba con aquello del "centralismo democrático".
En el 1974, mientras el PRD, ya liderado por Peña Gómez, trata de pactar un bloque que lograra sacar del poder a Balaguer, mediante el llamado “Acuerdo de Santiago”, por su lado Bosch y el PLD junto a pequeños partidos conservadores tratan de rescatar la propuesta del llamado “Bloque de la Dignidad Nacional”.
De nuevo, la actitud de Bosch impidió el  Bloque de la Dignidad Nacional, al tiempo que Balaguer llevó la represión y la persecución contra los opositores al extremo, forzando la abstención electoral de todos los partidos, excepto del gubernamental Partido Reformista y de una pequeña organización que le sirvió de comodín para legalizar el simulacro de elecciones: el Partido Demócrata Popular, de Luis Homero Lajara Burgos. Así Balaguer “ganó” las elecciones de 1974, uno de los años más sangriento contra la oposición.
El cuatrienio 1974-1978 Bosch lo dedicó a construir el PLD sobre la base de hacer oposición a un partido que no estaba en el poder, el PRD. Desde entonces les inoculó a los dirigentes y miembros del PLD un odio enfermizo hacia el PRD.
En 1978 Bosch llegó al ridículo de medir con una cinta métrica cada lugar donde el PRD celebraba un mitin, para calcular la cantidad de personas que asistían y decir que los dirigentes perreístas mentían aumentando el número de sus seguidores. Una práctica que Balaguer le agradecía mucho a Bosch.
Ese mismo año 1978, en medio de una andanada de discursos boschistas contra el PRD, ese partido gana las elecciones con su candidato Antonio Guzmán Fernández.De inmediato se produce el intento de fraude electoral, con la suspensión del conteo de los votos. El país vivía momentos de gran tensión, y entre rumores de un autogolpe de Estado impulsado por la extrema derecha civil y militar que aupaba Balaguer, al Profesor Juan Bosch se ocurre proponer un “gobierno de unidad nacional”, pero dejando prácticamente fuera al PRD e incluyendo al PLD que no aportó nada para derrocar a Balaguer. (Continuaremos con este tema)