Los niños violentados
Cada 28 de diciembre, machaconamente, la Iglesia recuerda el asesinato de aquellos niños hebreos realizado por Herodes. Él buscaba matar a Cristo Jesús, buscaba matar en el fondo al Niño, y de hecho mató a muchos niños.
No es nueva esa práctica de eliminar niños, ya lo hizo el faraón en tiempo de Egipto muchos siglos antes, ya lo hacían los romanos con aquellos niños que no querían.
El papá tenía legalmente la potestad de eliminar al niño que no quería y lo tiraba a la basura; los cristianos de la época salieron en defensa de esos niños tirados a la basura y los recogían, y se consideraba esa práctica como algo ilegal y eran llevados a las cárceles por ello. Todavía hoy hay niños violentados, niños maltratados, niños matados, niños que trabajan antes de tiempo, niños hasta a los que se les quita la niñez.
También hoy, como ayer, hay que salir en defensa del niño violentado y maltratado; hoy hay que proclamar de nuevo que se busque matar al niño, pero la figura del Niño Dios sigue viviendo y nos sigue proclamando que el niño tiene que seguir viviendo, frente a los Herodes, los faraones o aquellos que legalmente buscan matar al niño.
En la fiesta del 28 de diciembre, se nos vuelve a recordar que la sangre de los niños muertos nos sigue hablando, para que esa sangre no vuelva a decir que los niños no deben ser matados ni violentados.
Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.
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