Wikileaks: Embajada EE.UU describe “corrupción a todos los niveles” en RD
“La corrupción toca todos los estratos de la sociedad. Lo más perturbador, sin embargo, es el alto nivel de corrupción de parte de empresarios, funcionarios gubernamentales, y miembros de la judicatura”, dice el cable divulgado por Wikileaks
VER
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La Corrupción en la República Dominicana ocurre a todos los niveles y para todos los propósitos, tanto entre los líderes políticos, los funcionarios del gobierno, los ejecutivos del sector privado, los jerarcas militares y policiales, y los esfuerzos para combatir la corrupción resultan infructuosos, según un cable de junio del 2005, escrito por el embajador Hans Hertell, y que fue divulgado anoche como parte del paquete de documentos obtenidos por Wikileaks y que publica el Grupo SIN.
“Las AFP, la industria bancaria, el sector financiero y la prensa están afectadas por las normas de la sociedad dominicana. La corrupción es un modo de vida en República Dominicana”. De este modo directo y duro trata el cable el tema de la corrupción, cuando el segundo gobierno de Leonel Fernández apenas comenzaba su primer año, en junio del 2005.
“En el más reciente índice sobre Percepción Internacional de Transparencia emitido en octubre de 2004, RD obtuvo un puntaje de 2.9 en una escala del 1 al 10, empatando con Irán y Rumania y clasificó peor que China, Jamaica, Colombia, México, Cuba, El Salvador y Belice. En la última versión del Índice Competitivo Nacional del Foro Económico Mundial, bajo la sub-categoría “Pagos irregulares en la formulación de políticas gubernamentales”, RD clasificó 90 entre los 102 países encuestados, peor que Nigeria, Kenia y Panamá”, dice el documento.
El comentario no tiene contemplaciones. Va directo al grano y señala claramente las deficiencias y falta de voluntad política para enfrentar la corrupción. José Manuel Hernández Peguero, entonces fiscal del Distrito Nacional, es mencionado indirectamente: “El actual fiscal del Distrito en Santo Domingo estuvo en las noticias recientemente cuando se descubrió que estaba manejando una “yipeta” que había sido reportada como robada en EUA”.
Y sobre el poder judicial no deja lugar a dudas, cuando se trata de señalar altas posiciones comprometidas, según el cable, con actos de corrupción, y se hace mención del magistrado Rafael Luciano Pichardo: “Tenemos información de entera credibilidad de que el vicepresidente de la SCJ acepta sobornos”.
Y los cuerpos policiales y militares son descritos como responsables de la venta y tráfico de drogas y de personas: “Sabemos que miembros de los cuerpos militares y la policía están involucrados en el contrabando de drogas y personas”.
Y solicitan la revocación de visas de funcionarios, incluyendo miembros del gabinete presidencial, aunque no mencionan sus nombres: “Solicitamos, y recibimos, la aprobación del Departamento (de Estado, NT) para que se revoquen las visas de altos funcionarios del Gobierno (incluyendo a nivel del Gabinete). Continuamos monitoreando de cerca los casos de corrupción en proceso con la esperanza de que tendrán más éxito que previos casos que han sido llevados ante los tribunales dominicanos”.
La embajada de los Estados Unidos admite que recibe informaciones de primera mano sobre actividades ilícitas y sobre la forma en que se desarrolla la corrupción en el país:
“La corrupción toca todos los estratos de la sociedad. Lo más perturbador, sin embargo, es el alto nivel de corrupción de parte de empresarios, funcionarios gubernamentales, y miembros de la judicatura. Evidencia anecdótica sobre este tipo de corrupción se escucha en cada rincón en la calle y en cada reunión en el país. Obtener pruebas y condenas es un asunto distinto. En un estudio financiado por la USAID, una organización de la sociedad civil dominicana documentó 227 casos de corrupción que entraron al sistema judicial entre 1983 y 2003. De esos casos, sólo uno resultó en una condena (que luego fue desestimada en apelación) y solamente seis fueron llevados a juicio. El sistema está debilitado, situar en el mismo el dinero de los contribuyentes estadounidenses resultaría en pérdidas significativas”.
Los medios de comunicación reciben también su crítica, por no profundizar, por la propiedad de los mismos y sus relaciones con el entramado financiero. Es decir, según la embajada, que los medios no juegan el papel de “control” que asumen en otros países.
“En algunos países, donde las juntas supervisoras o reguladoras son ineficaces, como lo es en el caso de la industria bancaria en RD, se puede depender de la prensa para que asuma el rol de “organismo de control”. Ese no es el caso en RD. Aun si la prensa tuviera personal calificado para ahondar en las minucias de las regulaciones bancarias, los medios de prensa dominicanos pertenecen y están controlados por los bancos dominicanos. La falta de reportajes o los pocos reportajes sobre los bancos colapsados que se mencionan arriba demuestran claramente la falta de voluntad de los medios de comunicación pertenecientes a bancos para reportar sobre los manejos negativos de los bancos. No hay razón para esperar que la prensa sirva de “organismo de control” sobre otras transacciones de los bancos, como las que hacen con las AFP”.
En la parte titulada “Lo que nos cuentan nuestras fuentes sobre el fraude y la corrupción”, el cable filtrado por Wikileaks habla sobre la impunidad y la forma en que la gente entiende que se resuelven los grandes casos en el país.
“Durante un movido año 2003 y 2004 cuando se descubrieron los fraudes bancarios y se hicieron públicos, los funcionarios de la embajada escucharon una y otra vez que los culpables no serían castigados. Se nos dijo que los casos serían barridos bajo la alfombra y pronto desaparecerían de la memoria. Se nos dijo que los ejecutivos bancarios sobornaron a todos, líderes políticos de todos los partidos, asociados empresariales, y organizaciones no gubernamentales (quienes aceptaron fondos sin saber sobre las actividades fraudulentas) para asegurarse que no estarían sujetos a sanciones. Consistentemente se nos dijo que el sistema judicial no podía manejar casos complejos de fraude y que los infractores tenían los medios para asegurarse que no fueran encontrados civilmente o criminalmente responsables. Esas primeras palabras de parte de contrapartes dominicanas de todos los niveles de la sociedad dominicana ahora suenan proféticas. Los colapsos bancarios no son ya noticia de primera plana, los pocos acusados de actividad criminal permanecen libres, los casos civiles no están procediendo y para el dominicano común, Baninter es ya un recuerdo. En recientes comentarios, el Presidente Fernández evitó mencionar “fraude” o actividad criminal en el sector bancario, mencionando por el contrario la mala administración económica por parte del gobierno anterior y las erradas políticas de los directores bancarios”.
Y finalmente, hablan de los “criminales de cuello blanco”: “Escuchamos comentarios similares sobre los bancos y las AFP. “Las AFP son una buena idea, pero están siendo manipuladas”. “Los bancos tienen demasiado poder en todo el sector financiero”. “No se puede contar con las AFP para tener una pensión”. El fraude y la corrupción que tienen lugar en RD garantiza que el dinero de los contribuyentes estadounidenses puesto en las AFP caerá en manos de criminales de cuello blanco quienes sienten poco temor de ser atrapados o procesados”